Si tienes una lata de garbanzos en casa, posees ingredientes para todo tipo de comidas o cenas (y para el desayuno o el almuerzo también).

Escurre la lata y coloca estas pequeñas legumbres en sopas o guisados para obtener proteína y fibra adicionales. O tritúralos con jugo de limón, eneldo fresco y apio cortado en cubitos como relleno para un sándwich envuelto o enrollado. También puedes apostar por otro tipo de preparación, como por ejemplo las tortas de garbanzos, los tacos de garbanzos y las ensaladas de garbanzos.

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Guárdalo para después

Los garbanzos sobrantes se pueden guardar en un recipiente sellado en el refrigerador hasta por una semana, e incluso se pueden congelar. Para obtener los mejores resultados, seca los garbanzos enlatados tanto como sea posible, después colócalos en una bandeja para hornear en una sola capa en el congelador. Una vez congelados, guárdalos en una bolsa con cierre hermético o en otro recipiente hermético.

Beneficios para la salud

A pesar de su apariencia humilde, los garbanzos son una fuente inagotable de nutrición.

Una taza de garbanzos cocidos contiene 12.5 gramos de fibra, 14.5 gramos de proteína y solo 4 gramos de grasa. A esto se suma que son bastante altos en manganeso (nutriente que promueve la salud de los huesos) y ácido fólico (una vitamina B que ayuda a crear nuevas células y a formar ADN).

 

Fuente: Healthline