El ghee es un tipo de mantequilla clarificada que se obtiene calentando la mantequilla para eliminar el agua y los sólidos lácteos, dejando solo la grasa pura. Ha sido una parte importante de la cocina y la cultura de la India durante miles de años y se utiliza ampliamente en el Ayurveda, el sistema de medicina tradicional de dicha nación. El ghee no contiene lactosa ni caseína, lo que lo hace más digerible que la mantequilla. Sus posibles beneficios para la salud todavía se están estudiando, pero la ciencia moderna lo reconoce como un alimento valioso.

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El ghee y la mantequilla provienen de la leche, pero se elaboran de diferentes formas. El ghee se produce calentando la mantequilla hasta que el agua se evapora y los sólidos lácteos se separan. Una vez eliminados, lo que queda es una grasa pura y dorada con un sabor más intenso y un punto de humo más alto que el de la mantequilla, lo que la hace ideal para cocinar a altas temperaturas.

Aunque el ghee y la mantequilla comparten nutrientes similares, el ghee es una mejor opción para quienes tienen intolerancia a la lactosa. Puede conservarse durante meses a temperatura ambiente sin estropearse. Asimismo, contiene niveles ligeramente más altos de ciertas grasas saludables, como los omega-3, que contribuyen a la salud cerebral y cardíaca cuando se consumen con moderación.

 

Fuente: Very Well Health