La alimentación influye directamente en la calidad del sueño. Una cena ligera y equilibrada puede ayudar a relajarse y favorecer un descanso reparador, mientras que comidas pesadas o ricas en azúcares pueden dificultar el sueño. A continuación te decimos cómo lograr cenas ligeras y nutritivas.

¿Qué debe incluir una cena ideal para dormir bien?

  • Proteínas de fácil digestión. Pavo, pollo, huevos o tofu ayudan a mantener la saciedad sin sobrecargar el sistema digestivo.
  • Carbohidratos complejos. Avena, quinoa o pan integral favorecen la producción de serotonina, que contribuye a la relajación.
  • Grasas saludables. Aguacate, frutos secos y semillas aportan ácidos grasos esenciales que equilibran las hormonas del sueño.
  • Alimentos ricos en triptófano. Plátano, lácteos, almendras y semillas de calabaza contienen este aminoácido clave para la producción de melatonina.

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Opciones de cenas ligeras y nutritivas

  1. Tostadas integrales con aguacate y huevo. Una combinación rica en proteínas, grasas saludables y fibra, ideal para mantener la saciedad sin dificultar la digestión.

  2. Yogur natural con frutos secos y semillas de chía. Aporta probióticos que favorecen la salud intestinal y triptófano para mejorar la producción de melatonina.

  3. Sopa de verduras con quinoa. Una opción reconfortante y ligera que aporta fibra y minerales esenciales para el descanso.

  4. Ensalada de espinaca con pollo y nueces. La espinaca es rica en magnesio, un mineral que ayuda a relajar el sistema nervioso y mejorar el sueño.

  5. Batido de leche vegetal con plátano y almendras. Fácil de digerir y con un aporte de triptófano que favorece la relajación y el descanso.

Elegir cenas ligeras con ingredientes adecuados puede marcar la diferencia en la calidad del sueño. Evitar alimentos procesados, azúcares y comidas pesadas antes de dormir también es clave para lograr un descanso profundo y reparador.

Fuente: National Sleep Foundation