En un mundo donde el ritmo acelerado domina nuestras vidas, muchas personas comen rápidamente sin prestar atención a cómo lo hacen. Sin embargo, comer despacio y masticar bien no sólo mejora la experiencia de las comidas, también tiene numerosos beneficios para la salud física y mental.

1. Mejora la digestión

El proceso de digestión comienza en la boca. Al masticar bien los alimentos, se descomponen en partículas más pequeñas, lo que facilita el trabajo del sistema digestivo y permite que los enzimas actúen de manera más eficiente. Esto reduce problemas como la hinchazón, el reflujo ácido y la indigestión.

Además, masticar despacio estimula la producción de saliva, que contiene enzimas digestivas como la amilasa y la lipasa. Estas enzimas ayudan a descomponer carbohidratos y grasas desde el primer momento, mejorando la absorción de nutrientes.

2. Ayuda a controlar el peso

Comer lentamente le da tiempo al cerebro para procesar las señales de saciedad. Cuando comes rápido, es más probable que consumas más alimentos de los que tu cuerpo necesita antes de sentirte lleno. Estudios han demostrado que las personas que comen despacio tienden a consumir menos calorías y se sienten más satisfechas durante más tiempo.

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3. Promueve la atención plena al comer

Tomarse el tiempo para masticar bien y saborear los alimentos fomenta la práctica del mindfulness o atención plena. Esto significa disfrutar más del sabor, la textura y el aroma de los alimentos, lo que puede hacer que las comidas sean más satisfactorias y reducir el impulso de comer en exceso o recurrir a alimentos poco saludables.

4. Reduce el estrés y mejora el bienestar general

Comer rápido puede activar la respuesta de estrés del cuerpo. En cambio, al comer despacio, activas el sistema nervioso parasimpático, que promueve la relajación. Este hábito puede ayudarte a disfrutar más de las comidas y convertirlas en una experiencia más placentera.

5. Beneficia la salud metabólica

Estudios sugieren que comer despacio y masticar adecuadamente puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina. Esto es especialmente importante para las personas con riesgo de diabetes o problemas metabólicos.

Recuerda, comer despacio y masticar bien es una forma sencilla pero poderosa de mejorar tu salud y disfrutar más de cada comida. Transformar este hábito puede marcar una gran diferencia en tu bienestar general.

 

Fuente: Harvard Health Publishing