De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la malabsorción de nutrientes involucra problemas con la habilidad del cuerpo para asimilar o absorber los nutrientes provenientes de los alimentos.

A menudo, la malabsorción surge ante la incapacidad para absorber ciertos azúcares, grasas, proteínas o vitaminas de los alimentos. También puede implicar una absorción general insuficiente de alimentos.

Encontrar una causa puede ser complicado, debido a que muchas enfermedades pueden causar malabsorción. De igual forma, ciertos problemas o daños en el intestino delgado pueden llevar a problemas de absorción de nutrientes importantes. Estos incluyen: 

  • Enfermedad celíaca.
  • Enfermedad de Crohn —afección por la cual resultan inflamadas partes del tubo digestivo—.
  • Enfermedad de Whipple —infección bacteriana grave que suele afectar las articulaciones y el aparato digestivo—.
  • Daño por tratamientos de radiación.
  • Crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado.
  • Infección parasitaria.
  • Cirugía que remueve todo o parte del intestino delgado.

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A decir de especialistas, las enzimas producidas por el páncreas ayudan a absorber las grasas y otros nutrientes. Ante ello, una disminución de estas enzimas también haría más difícil absorber las grasas y ciertos nutrientes. 

¿Cómo combatir la malabsorción de nutrientes?

El tratamiento depende de la causa y está destinado a aliviar los síntomas, así como a asegurar que el cuerpo reciba suficientes nutrientes. Lo ideal es suministrar:

  1. Vitaminas y minerales clave, como hierro, ácido fólico, y vitamina B12.
  2. Una dieta alta en calorías, rica en carbohidratos, proteínas y grasas saludables.

En algunos casos, se intenta con nutrición parenteral total (NPT). Ésta fomenta la nutrición a través de una fórmula especial. Toma en cuenta que sólo un especialista puede seleccionar la cantidad correcta de calorías y la solución de NPT. 

Ante cualquier duda sobre tu alimentación o tus requerimientos nutricionales, acércate a un profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos