Las dietas bajas en carbohidratos han ganado popularidad como una estrategia efectiva para perder peso y mejorar la salud metabólica. Sin embargo, existen muchos mitos y confusiones en torno a ellas. A continuación, analizamos algunas creencias comunes y lo que realmente dice la ciencia.

Mito 1: Todas las dietas bajas en carbohidratos son iguales

Realidad: No todas las dietas reducidas en carbohidratos siguen el mismo enfoque. Algunas, como la cetogénica, restringen los carbohidratos al mínimo, mientras que otras, como la dieta baja en carbohidratos moderada, permiten un consumo más flexible.

Mito 2: Eliminar los carbohidratos es la clave para bajar de peso

Realidad: La pérdida de peso ocurre cuando se reduce el consumo total de calorías, no solo de carbohidratos. Aunque una menor ingesta de carbohidratos puede ayudar a controlar el apetito y mejorar la sensibilidad a la insulina, otros factores como la calidad de los alimentos y el equilibrio de macronutrientes también influyen.

Mito 3: Una dieta baja en carbohidratos significa no comer frutas ni verduras

Realidad: No es necesario eliminar todas las frutas y verduras. Se pueden incluir opciones bajas en carbohidratos como espinaca, brócoli, aguacate, fresas y moras, que aportan fibra, vitaminas y antioxidantes esenciales.

Mito 4: Estas dietas aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares

Realidad: Aunque algunas versiones incluyen un alto consumo de grasas, estudios han demostrado que una dieta baja en carbohidratos bien planificada puede reducir los triglicéridos, aumentar el colesterol HDL (bueno) y mejorar otros marcadores de salud cardiovascular. Sin embargo, la calidad de las grasas consumidas es clave.

Mito 5: No se puede hacer ejercicio con una dieta baja en carbohidratos

Realidad: Al principio, algunas personas pueden experimentar fatiga mientras su cuerpo se adapta, pero con el tiempo, el metabolismo aprende a usar la grasa como fuente de energía. Muchos atletas han logrado un buen rendimiento siguiendo este tipo de alimentación, aunque para ejercicios de alta intensidad puede ser necesario un ajuste en la ingesta de carbohidratos.

Conoce más: ¿Cómo lograr un balance entre carbohidratos, proteínas y grasas?

Conclusión

Las dietas bajas en carbohidratos pueden ser beneficiosas para algunas personas, pero no son una solución universal. Es importante elegir alimentos nutritivos y adaptar la alimentación a las necesidades individuales. Consultar con un especialista en nutrición puede ayudar a diseñar un plan equilibrado y sostenible.

 

Fuente: Harvard T.H. Chan School of Public Health