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Una alimentación saludable es pilar fundamental para una adecuada salud integral. Es por ello que los padres de familia deben procurar alimentar de la mejor manera a sus hijos desde edades tempranas.

Los niños de entre 1 y 2 años de edad, por ejemplo, se encuentran haciendo la transición de los hábitos alimentarios que tenían cuando eran bebés hacia una dieta más parecida a la que llevan los adultos. Convirtiendo esta etapa en un periodo crucial para fomentar una alimentación saludable.

De acuerdo con expertos, la principal función de los padres durante esta edad consiste en seguir introduciendo nuevos alimentos en la dieta de sus hijos.

Las preferencias alimentarias se establecen a edades tempranas en la vida de una persona, por lo que los padres deben procurar que sus hijos desarrollen una preferencia por los alimentos saludables desde esta edad.

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Algunos concejos para lograr dicho objetivo son:

1 Consumo de leche.- La leche es una parte fundamental en la dieta de un niño de esta edad, ya que proporciona calcio y vitamina D, nutrientes que ayudan a desarrollar huesos fuertes. La mayoría de los niños menores de 2 años deben beber leche entera, ya que necesitan grasas para crecer y para desarrollar su cerebro adecuadamente. Cuando los pequeños cumplan 2 años, se podrá cambiar a leche semidescremada o descremada.

2 Hierro.- Es importante que los padres estén al pendiente de la deficiencia de hierro después de que sus hijos cumplan 1 año. La ausencia de este micromineral puede afectar el desarrollo físico, mental y conductual de un niño, lo que puede provocar anemia. Se debe aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro como la carne, el pollo, el pescado, las alubias y los alimentos enriquecidos.

3 Alimentos no recomendables.- Se debe evitar dar a los niños de esta edad alimentos asociados con riesgo de atragantamiento y de asfixia por aspiración, como las palomitas de maíz, los caramelos duros, los perros calientes, las verduras y hortalizas crudas, las frutas duras (como uvas, pasas y frutos secos). Los padres deben supervisar a sus hijos constantemente mientras comen.

4 Cantidad de alimento.- Los padres deben ofrecer a sus hijos tres comidas principales y dos o tres tentempiés entre comidas cada día, pero deben tener en cuenta que es habitual que los niños de entre 1 y 2 años se salten comidas. Permitir que un niño se salte una comida es difícil de aceptar para muchos padres, pero se debe dejar que los niños respondan a sus propias señales de hambre y saciedad. Es fundamental no obligar a comer a un niño cuando no tenga hambre.

5 Frecuencia.- Se debe mantener un horario regular de comidas y tentempiés para que los niños se terminen habituando a esperar la comida a ciertas horas del día.

 

Vía: Kid’s Health