Tener un sentido del olfato alterado es bastante común. Una encuesta realizada en Estados Unidos encontró que dos tercios de los adultos entrevistados había experimentado un problema con el olfato en algún momento de sus vidas. Los trastornos del olfato suelen clasificarse de la siguiente forma:
- Anosmia: pérdida completa de la capacidad de detectar olores.
- Hiposmia: disminución del sentido del olfato con cierta capacidad para detectar olores.
- Disosmia: sentido del olfato distorsionado.
La hiposmia ocurre comúnmente conforme envejecemos. Pero percibir olores que no concuerdan cae dentro de la categoría de disosmia. En este trastorno, el olor distorsionado puede ser dramáticamente diferente a lo esperado (conocido como parosmia). O podría ser un olor que en realidad no está presente (conocido como fantosmia). En la fantosmia, el cerebro registra un olor cuando no hay ninguno en el ambiente. Pero en otras ocasiones, podría ser parosmia, lo que significa que eres más sensible a un olor que no molesta a otras personas. Cuando esto ocurre, el olor generalmente se describe como desagradable.
En cuanto a las causas de la disosmia, existen varias posibilidades. Si bien las deficiencias de vitaminas o minerales pueden causar un sentido del olfato alterado, esto sería poco probable a menos que sigas una dieta restringida o tengas un problema intestinal que afecte la absorción de nutrientes. Aquí hay algunas otras causas de alteración del olfato:
- Resfriado e infecciones de los senos nasales y respiratorias.
- Fiebre del heno (rinitis alérgica).
- Pólipos nasales.
- Medicamentos como la atorvastatina (que reduce el colesterol), amlodipina (para la presión arterial) o el antibiótico eritromicina.
- Un efecto secundario de la anestesia general.
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Con respecto a la comida que tiene un sabor extraño, nuestra capacidad para disfrutarla por completo requiere de la estimulación de muchas terminaciones nerviosas en la boca y la nariz. La definición estricta de sabor es la capacidad de la boca para identificar lo que es salado, dulce, agrio o amargo. También hay un quinto sabor llamado umami (palabra japonesa que significa delicioso), que es provocado por el aminoácido glutamato.
Cuando hablamos del sentido del gusto en realidad nos referimos al sabor de un alimento. El sabor está determinado más por el aroma de la comida, que es una función de nuestro sentido del olfato más que del gusto puro. Así que tiene sentido que tu disosmia también interfiera con el sabor de ciertos alimentos.
Para la mayoría de las personas que experimentan disosmia, esta representa una alteración temporal del sentido del olfato, a menudo sin una razón identificable. Sin embargo, si se vuelve persistente, habla con tu médico. Es probable que te refiera con un especialista en oídos, nariz y garganta.
