Los sándwiches son un almuerzo conveniente, pero esas dos rebanadas de pan realmente pueden afectar la asignación de calorías de tu día. Además, el pan blanco típico no brinda muchos nutrientes.
Si estás tratando de reducir los carbohidratos, quieres dejar de consumir gluten o simplemente reducir tu ingesta de granos refinados, prueba estas sabrosas alternativas. DATO EXTRA: puedes reemplazar las calorías guardadas con los rellenos de tu sándwich o simplemente depositarlas en otra comida.
Dos opciones son el pan pita (un tipo de pan plano blando, levemente fermentado, de harina de trigo) y las tortillas de grano entero (o maíz para evitar el gluten). Las pitas funcionan como bolsas donde puedes guardar tus guarniciones, mientras que las tortillas te permiten enrollarlas en un paquete práctico. Funcionan muy bien con huevos revueltos para el desayuno, e incluso con sobras de una cena o guisado. Solo asegúrate de leer las etiquetas y buscar variedades bajas en grasa para obtener un buen ahorro de calorías.
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Las hojas de lechuga funcionan como una gran envoltura de sándwich, brindando sólo una o dos calorías por pieza. Las variedades altas como la romana, la lechuga de hoja roja y la de hoja verde son ideales porque puedes doblarlas en los extremos antes de enrollarlas para formar una bolsa apretada.
Algunas verduras son perfectos «recipientes» para rellenos de sándwich. Trata de sacar las semillas de un pepino, calabacín, tomate o pimiento y rellénalos con ensalada de atún.
Para un refuerzo de proteína, usa mitades de clara de huevo duro. Reemplaza las yemas con cubos de carne magra.
Finalmente, rebanadas grandes y delgadas de pavo, pollo y carne asada se pueden llenar con lechuga y tomate y envolverlas para llevar. Y finalmente, para agregar un toque de sabor, puedes probar hummus o puré de aguacate como sustituto de la mayonesa.
Vía: Health Day News