Algunas personas suelen sufrir calambres durante la noche, situación que se confunde con el Síndrome de las Piernas Inquietas, en el cual se experimenta un constante cosquilleo.
Por lo general, los calambres nocturnos surgen como espasmos repentinos en los músculos de la pantorrilla, aunque algunas veces también suceden en el pie.
Es común que aparezcan cuando se está a punto de dormir o al despertar. Pueden durar desde algunos segundos hasta varios minutos.
Si bien son frecuentes, los expertos no saben a ciencia cierta cuál es la causa. Afortunadamente, la mayoría de las veces no se deben a una enfermedad.
Posibles causas
- Estar deshidratado.
- Hacer demasiado ejercicio o usar excesivamente los músculos.
- Estar parado sobre concreto durante mucho tiempo.
- Permanecer sentado por mucho tiempo.
- Poner las piernas en posiciones extrañas al dormir.
- No tener suficiente potasio, calcio u otros minerales en la sangre.
- Tomar determinados medicamentos, como antipsicóticos, píldoras anticonceptivas, diuréticos, estatinas y esteroides.
- Tener pie plano.
- Sufrir enfermedad tiroidea.
Conoce más: Aprende a aliviar los calambres musculares
Recomendaciones
- Camina o mueve las piernas.
- Estira los músculos de la pantorrilla.
- Sentado, estira la pierna y flexiona el pie para arriba, hacia la rodilla. También puedes hacerlo parado, sólo debes recargarte sobre una pared e inclinarte para delante. Mantén la rodilla afectada completamente estirada y el talón en el suelo. Realiza esto mientras doblas la rodilla de la otra pierna.
- Date una ducha caliente o frota la pantorrilla con una compresa de hielo.
Prevención
Es importante que bebas abundante agua durante el día. Recuerda evitar las bebidas con alcohol o cafeína. A su vez, asegúrate de comer alimentos saludables, ricos en potasio, calcio y magnesio.
No olvides el ejercicio, puedes montar una bicicleta fija para acondicionar y estirar los músculos.
Vía: Hola Doctor
