Mucho se ha hablado sobre los antioxidantes y sus supuestos beneficios para la salud; incluso, especialistas recetan ciertos alimentos ricos en este nutriente para reducir el riesgo de enfermedades crónicas, pero ¿qué tanto ayudan al organismo?
Los antioxidantes son sustancias naturales que pueden prevenir o retrasar algunos daños en las células. Aunque suelen obtenerse de suplementos dietéticos, la mejor fuente son los alimentos. Los antioxidantes más importantes son:
- Beta carotenos: frutas y verduras de colores vivos, como zanahorias, melón, papaya, mango y durazno.
- Luteína: vegetales de hojas verdes, como espinaca, acelga, brócoli, maíz y chícharos.
- Licopeno: frutas y verduras de color rosa y rojo, como toronja rosada, sandía, albaricoques y tomates.
- Selenio: cereales (maíz, trigo y arroz), nueces, leguminosas, productos de origen animal (carne de res, pescado, pavo, pollo, huevos y queso), pan y pasta.
- Vitamina A: leche, hígado, mantequilla y huevos.
- Vitamina C: papaya, fresa, naranja, melón y kiwi, al igual que el pimentón verde (chile morrón o chile dulce), coles de Bruselas, coliflor y col rizada.
- Vitamina E: nueces y semillas. También se puede encontrar en los vegetales de hojas verdes.
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Ahora entenderás por qué las personas que consumen muchas frutas y verduras suelen enfermarse menos. Los antioxidantes tienen el poder de interrumpir o limitar el daño que los radicales libres ocasionan en el cuerpo.
Lo mejor que puedes hacer es incorporar estos alimentos a tu dieta. En caso de querer consumir suplementos, te recomendamos visitar a un especialista para saber si realmente los necesitas o cuáles son tus deficiencias. Considera que las altas dosis de antioxidantes pueden relacionarse con riesgos para la salud.
Vía: Medline Plus/ FamilyDoctor.org