Aunque la vacuna que combate el Virus del Papiloma Humano (VPH) ayuda a prevenir el cáncer de cuello uterino, esto no significa que aquellas mujeres que se la aplican eviten el tener que practicarse el Papanicolaou, subrayan expertos.

La vacuna reduce el riesgo de cáncer, pero todavía no se ha mostrado que elimine la necesidad de las pruebas”, destacó la doctora Jayanthi Lea, oncóloga ginecológica del Centro Médico Southwestern de la UT, en Dallas, Estados Unidos.

De acuerdo con la especialista, las mujeres de todas las edades deben seguir sometiéndose a esta conocida prueba de detección para las células precancerosas o cancerosas aunque hayan recibido la vacuna. Sin embargo, apuntó que, en caso de vacunarse, ya no necesitan hacerse la prueba cada año, como sucedía en el pasado.

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“Ya no se recomienda una evaluación cervical de rutina en las mujeres menores de 21 años ni mayores de 65. La investigación ha encontrado que hacerse la prueba cada tres años es suficiente, a menos que la paciente tenga un historial de salud que amerite unas pruebas más frecuentes”, explicó.

La doctora Lea agregó que “también existe la opción de combinar el Papanicolaou con una prueba del VPH. Cuando se hace la prueba de esta forma, por lo general se realiza cada cinco años”.

La prueba del Papanicolaou es un examen para detectar cáncer de cuello uterino. Las células tomadas por raspado de la abertura del cuello uterino se examinan bajo un microscopio. El cuello uterino es la parte más baja del útero (matriz) que desemboca en la parte superior de la vagina.

 

Vía: Health Library, MedlinePlus