Los calambres se presentan cuando la musculatura se tensiona —sin intención— y no se relaja. Estos pueden comprometer todo o parte de un músculo.
Las partes del cuerpo más afectadas son:
- Parte posterior de la pierna/pantorrilla.
- Parte posterior del muslo.
- Parte frontal del muslo.
- Pies.
- Manos.
- Brazos.
- Abdomen.
- Caja torácica.
Este tipo de molestias son comunes y pueden detenerse a través de estiramientos. Las causas de esta afección son diversas. Con frecuencia, los calambres se presentan cuando un músculo se sobrecarga o lesiona.
Entrenar sin haber tomado líquidos con anterioridad, o tener niveles bajos de minerales, como potasio o calcio, también son factores de riesgo.
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También pueden ser provocados por:
- Alcoholismo.
- Hipotiroidismo —tiroides hipoactiva—.
- Insuficiencia renal.
- Medicamentos.
- Menstruación.
- Embarazo.
Si tienes un calambre muscular, suspende la actividad que estés realizando y trata de hacer estiramientos. También es bueno masajear la zona afectada.
El calor relajará el músculo cuando el espasmo empiece y el hielo puede servir cuando el dolor haya mejorado. Si el dolor permanece, puedes recurrir a los antinflamatorios no esteroides.
La causa más común de calambres musculares durante la actividad física es la falta de líquido, por ello, tomar agua podría ayudarte. Las sales efervescentes o las bebidas para deportistas también reponen los minerales perdidos.
Vía: Medline Plus