Los niños con autismo tienen más probabilidades de tener ciertas condiciones médicas específicas. Tales condiciones médicas coexistentes incluyen las siguientes:
- Las personas con autismo suelen tener problemas para dormir. Muchos niños con trastorno de espectro autista (TEA) tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos. Los adultos con TEA suelen tener problemas similares.
- Los niños con autismo experimentan diferencias con las habilidades motoras gruesas y finas; por ejemplo, pueden tener problemas para utilizar cubiertos o tijeras. Es posible que tengan problemas para trepar, saltar o realizar otras actividades físicas básicas.
- Los niños con autismo tienen más probabilidades de que se les diagnostiquen trastornos convulsivos.
- Muchos niños con autismo experimentan problemas gastrointestinales (GI) como estreñimiento, diarrea y/o vómitos.
- Las personas con autismo, sin importar la edad, poseen más probabilidades de experimentar problemas de salud mental o de desarrollo, como ansiedad social, ansiedad generalizada, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), depresión o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
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RECUERDA: Ningún rasgo de autismo define por sí solo el diagnóstico y cada niño con TEA es distinto. No existen pruebas médicas que puedan indicar si un menor tiene autismo y no existen reglas estrictas y rápidas para diagnosticarlo.
Fuente: Very Well Health