El autismo sin habla no es un diagnóstico distinto, sino una descripción de un determinado conjunto de síntomas del trastorno del espectro autista (TEA).
Tener autismo sin habla significa que una persona con TEA no habla o solo puede decir unas pocas palabras. El término no verbal, que mucha gente utiliza para describir a estas personas, es inexacto, ya que fomenta la suposición incorrecta de que las personas con autismo que no hablan son completamente incapaces de utilizar palabras.
Alrededor del 25-30% de las personas con el trastorno no hablan o hablan al mínimo. Aunque a veces esto puede dificultar la comunicación con otras personas, tanto con autismo como neurotípicas, es importante tomar en cuenta que la ausencia de comunicación verbal no significa que una persona con TEA no se esté comunicando.
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Asimismo, no significa que las personas con autismo que no hablan sean menos inteligentes que las que sí hablan. Muchas personas con TEA que no hablan llevan vidas plenas y felices. Sin embargo, algunas personas con autismo que no hablan podrían requerir ayuda para comunicarse de manera efectiva a través de otros medios.
Los médicos suelen afirmar que es raro que los niños mayores de 5 años aprendan a hablar, pero la realidad podría no ser tan clara. Cierto desarrollo del lenguaje puede suceder entre las edades de 5 y 7 años, así como, en ocasiones, hasta los 13 años.
Una investigación del 2013, que evaluó a niños con TEA con retraso en el habla, descubrió que el 47% hablaba con fluidez después de los 4 años y que el 70% comenzó a utilizar frases.
Por otra parte, una revisión del 2018 concluyó que las intervenciones para mejorar la comunicación oral y no oral en niños con autismo —como el sistema de comunicación de intercambio de imágenes (PECS)— pueden conducir a mejoras en la comunicación a corto plazo. No obstante, estas mejoras podrían no permanecer años más adelante.
Fuente: Medical News Today