Las personas con autismo pueden encontrar desafiantes algunos aspectos de la comunicación y la interacción social. También suele costarles trabajo el relacionarse con las personas y comprender sus emociones. Además, los adultos con autismo pueden tener patrones de pensamiento y comportamiento inflexibles, llevando a cabo acciones repetitivas.
Los signos y síntomas comunes de trastorno del espectro autista (TEA) en adultos pueden incluir los siguientes:
- Dificultad para tener o comenzar una conversación
- Dificultad para hacer o mantener amistades cercanas
- Incomodidad durante el contacto visual
- Desafíos con la regulación de las emociones
- Interés extremo en un tema en particular
- Monólogos frecuentes sobre el mismo tema o temas
- Hipersensibilidad a sonidos u olores que no parecen molestar a los demás
- Ruidos involuntarios, como carraspeo repetitivo
- Dificultad para entender el sarcasmo o modismos
- Falta de inflexión al hablar
- Interés limitado en sólo unas pocas actividades
- Preferencia por actividades solitarias
- Problemas para leer las emociones de los demás
- Problemas para entender las expresiones faciales y el lenguaje corporal
- Dependencia de las rutinas diarias y dificultad para lidiar con el cambio
- Comportamientos repetitivos
- Ansiedad social
- Habilidades superiores en un campo en particular, como matemáticas u otras disciplinas
- Necesidad de organizar artículos en un orden específico
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Las personas con TEA generalmente no mostrarán todos los signos y síntomas antes mencionados, y pueden experimentar otros que no se encuentran en la lista.
Asimismo, puede haber algunas similitudes entre el TEA y otros trastornos, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), pero los signos y síntomas del TEA varían de una persona a otra.
Finalmente, los síntomas pueden diferir entre los géneros. Algunas personas pueden parecer capaces de afrontar mejor las situaciones sociales que otras, ya que sus síntomas pueden ser más sutiles y poco aparentes. Como resultado, puede ser más difícil diagnosticar el TEA.
Fuente: Medical News Today