Los padres y educadores a veces no están de acuerdo sobre si es una buena idea incluir a un niño con autismo en un entorno educativo típico si es académicamente capaz pero presenta problemas de conducta, o viceversa. Generalmente, la controversia sobre la inclusión desemboca en mediaciones e incluso en demandas.
Otros desacuerdos se relacionan con lo que se les debe enseñar a los niños con autismo. Si un niño es capaz de aprender académicamente, ¿debería su enfoque educativo principal estar en lo académico o en las habilidades sociales/de comunicación que necesitará para navegar en la comunidad?
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De manera similar, algunos padres y escuelas creen que los entornos educativos exclusivos para el autismo son lo ideal. Estos entornos están configurados físicamente para reducir los desafíos sensoriales y cuentan con expertos en autismo que pueden ofrecer programas específicos para cualquier trastorno del espectro autista (TEA). Por otra parte, tales entornos niegan a los niños con autismo la oportunidad de participar en sus propias comunidades y de relacionarse con sus compañeros neurotípicos (personas que no padecen autismo ni sufren otro trastorno del desarrollo dominante).
Fuente: Very Well Health