La investigación sobre el vínculo entre el autismo, la empatía y la simpatía ha evolucionado durante los últimos 40 años. Inicialmente, se creía que la falta de empatía y simpatía era un rasgo universal del autismo, pero investigaciones más recientes indican que esto varía entre las personas diagnosticadas con autismo.
Las respuestas a las siguientes preguntas tienen más matices de lo que sugieren las primeras investigaciones:
- ¿Pueden las personas con autismo realmente empatizar o simpatizar con los demás?
- ¿Qué se interpone en el camino de una respuesta emocional tradicional?
- ¿Se pueden enseñar respuestas emocionales como la empatía?
- ¿Una aparente falta de empatía o simpatía realmente refleja una falta de conexión emocional?
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La falta de simpatía o empatía expresada podría no ser el resultado de una falta de emoción en una persona con autismo, sino más bien de habilidades subdesarrolladas. Existen varios elementos involucrados en mostrar empatía hacia los demás.
Para conectarse con otra persona de esta manera, uno debe:
- Reconocer los sentimientos de la otra persona.
- Comprender las esperanzas, sueños y/o expectativas de la otra persona.
- Tener la experiencia emocional para relacionarse personalmente con los sentimientos de otra persona.
- Tener las herramientas para expresar física y verbalmente sentimientos empáticos.
- Compartir una comprensión cultural de que se esperan y desean muestras de empatía.
Las personas con autismo que luchan por mostrar empatía y simpatía pueden tener dificultades con uno o más de estos.
Fuente: Very Well Health