Desde el nacimiento, un médico evaluará el progreso del desarrollo de tu hijo(a) durante las visitas de rutina y regulares.

Los expertos recomiendan pruebas de detección estandarizadas específicas para el autismo a los 18 y 24 meses de edad, además de la vigilancia general del desarrollo.

Si te preocupa el desarrollo de tu niño(a), tu médico puede derivarlo(a) a un especialista, sobre todo si un hermano u otro miembro de la familia padecen algún trastorno del espectro autista (TEA).

El experto o experta realizará exámenes como una prueba de audición para evaluar la sordera o dificultad para oír, y así determinar si existe una razón física para las conductas observadas.

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Asimismo, utilizará otras herramientas de detección del autismo, como la Lista de verificación modificada para el autismo en niños pequeños (M-CHAT).

Esta lista de verificación es una herramienta de detección actualizada que los padres deben llenar. Concretamente, ayuda a determinar la probabilidad de que un niño padezca autismo como baja, media o alta. La prueba es gratuita y consta de 20 preguntas.

Si la prueba indica que tu menor posee una alta probabilidad de tener TEA, se le realizará una evaluación diagnóstica más completa.

Si tu hijo(a) tiene una probabilidad media, quizás sea necesario realizar preguntas de seguimiento para ayudar a clasificar los resultados de forma definitiva.

 

Fuente: Healthline