Los adultos con síndrome de Asperger pueden tener dificultades con la comunicación y la interacción social. Asimismo, les puede resultar difícil regular sus emociones o comprender las emociones de los demás.
La condición sólo se incluyó como diagnóstico en el año 2013, y muchos adultos con Asperger nunca han recibido un diagnóstico.
Las personas que lo padecen suelen tener una inteligencia promedio o superior al promedio, pero pueden experimentar desafíos en algunas áreas de sus vidas.
Los expertos han clasificado el Asperger dentro de los trastornos del espectro autista (TEA).
El autismo es una discapacidad del desarrollo que se caracteriza por dificultades en la comunicación y la interacción social, así como por mostrar patrones característicos de comportamiento.
Los especialistas suelen considerar que el síndrome de Asperger se encuentra en el extremo leve del espectro autista.
Una revisión de la literatura del año 2019 indica que la prevalencia estimada del Asperger durante la infancia se encuentra entre 0.02 y 0.03%. Los niños tienen de tres a cuatro veces más probabilidades de desarrollar Asperger que las niñas.
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En los adultos, el trastorno puede causar dificultades en las siguientes áreas:
- Regulación e interpretación de las emociones
- Comunicación verbal y no verbal
- Interacciones sociales
- Comportamiento
Algunas personas pueden experimentar sólo unos pocos síntomas, mientras que otras manifestarán varios.
Las personas con Asperger suelen adaptarse al mundo que les rodea. Muchos adultos aprenden a ocultar sus síntomas hasta el punto de que pueden parecer neurológicamente típicos.
En cuanto al tratamiento del síndrome de Asperger, este consiste en ayudar a la persona a sobrellevar los síntomas y los desafíos.
Las opciones de tratamiento incluyen las siguientes:
- Terapia de conducta cognitiva
- Terapia del lenguaje
- Apoyo de los compañeros
- Medicamento
- Terapia vocacional
Fuente: Medical News Today
