Ayunar sin motivo alguno es dañino tanto para adultos, como para niños. Sin embargo, estos últimos comprometen en mayor medida su salud al estar pleno crecimiento y desarrollo. Aunque el ayuno se relaciona con la omisión del desayuno, puede suceder en cualquier momento del día, basta con dejar comer por seis horas o más.
Si bien puede surgir como una recomendación médica —al realizarse estudios sanguíneos o de orina—, hacerlo como hábito aumenta el riesgo de gastritis, mareos, fatiga, falta de concentración, sobrepeso e, incluso, diabetes.
Cambios en el organismo
- Disminución en la capacidad de concentración y memorización.
- Dificultades al realizar operaciones muy concretas, como conducir un automóvil, principalmente en adultos mayores.
- Déficit de calcio que complica el proceso de mineralización ósea.
- Secuelas sobre el sistema nervioso por lesiones en las neuronas —que pueden llegar a ser irreversibles en los casos más graves—.
- Ganancia de peso por mala alimentación tras el ayuno.
“Lo que hace daño es comer en exceso después de ese periodo de ayuno, esa pérdida del control de la saciedad. Pues, en lugar de comer porque se sabe la cantidad y tipo de nutrimentos adecuados; simplemente se come por quitar el apetito, sin responsabilizarse de la cantidad de azúcares, grasas y calorías que se están ingiriendo”, subrayó Carlos Alberto Aguilar Salinas, especialista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
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Recomendaciones
- Prepara tus alimentos un día antes para evitar que las presiones te impidan cocinar.
- Carga tus colaciones o refrigerios, esto evitará que dejes de comer por largos períodos.
- Evita la comida rápida y enfócate en un plan alimenticio semanal.
Si tienes dudas sobre qué alimentos consumir, consulta a un especialista en nutrición.
Vía: Notimex