Un nuevo estudio sugiere que los cambios en las poblaciones bacterianas podrían ser la causa de que las personas que usan lentes de contacto sean más propensas a las infecciones oculares.
«Nuestra investigación muestra con claridad que poner un objeto foráneo en el ojo, como un lente de contacto, no es un acto neutral«, declaró en comunicado de prensa María Gloria Domínguez-Bello, microbióloga del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York en EU.
«Lo que esperamos que muestren nuestros experimentos futuros es si estos cambios en el microbioma ocular de las personas que usan lentes de contacto se deben a que los dedos tocan los ojos, o a que la presión del lente afecta y altera de forma directa al sistema inmunitario del ojo y qué bacterias son suprimidas o se les permite prosperar«, subrayó.
En el estudio, los investigadores tomaron muestras de nueve personas que usaban lentes de contacto diariamente, y de 11 que no los usaban. Después de analizarlas, hallaron que las bacterias presentes en los ojos de los usuarios de lentes de contacto tenían mayor similitud a las que se encuentran en la piel de los párpados, en comparación con las de los ojos de los no usuarios.
Específicamente, los especialistas observaron que la superficie del ojo tenía una variedad más grande de bacterias que la piel que se ubica directamente debajo del ojo. También encontraron que los ojos de quienes usaban lentes de contacto, tenían tres veces más los niveles usuales de ciertas bacterias que quienes no usaban lentes de contacto.
Los resultados son preliminares y fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Microbiología en Nueva Orleáns, EU.
«Estos hallazgos deberían ayudar a los científicos a comprender mejor el antiguo problema de por qué los usuarios de lentes de contacto tienen una mayor tendencia a las infecciones oculares que los que no los usan«, apuntó Domínguez-Bello.
Dicha comprensión conduciría a mejores estrategias para prevenir las infecciones oculares en los usuarios de lentes de contacto, concluyeron los investigadores.
Vía: HealthDay News