Las jornadas laborales en nuestro país cada vez suelen ser más extensas y agotadoras. Este factor suele elevar los niveles de tensión y estrés de los trabajadores, afectando negativamente su calidad de vida y salud integral. Situación que podría revertirse con las pausas activas.
De acuerdo con especialistas, México se encuentra entre los países donde los empleados reportan tener mayor estrés laboral. Se calcula que en todo el país, el 85% de los centros de trabajo son tóxicos, es decir, no cuentan con las condiciones adecuadas para el desempeño de sus empleados, no cuidan a su talento humano y generan diferentes trastornos como el estrés laboral.
Ante este panorama, es importante que las personas tomen medidas para mejorar su salud y prevenir que sus jornadas laborales la afecten. Las pausas activas pueden ayudar a cumplir este objetivo.
Se trata de momentos breves que se toman -o se deberían tomar- las personas durante su jornada laboral de cada día.
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Consisten en breves intervalos de tiempo donde se recuperan energías para poder continuar con el trabajo, así como para disminuir el cansancio y evitar mayor estrés.
Algunos ejemplos de pausas activas son:
-Dar breves caminatas por los pasillos de la oficina.
-Bajar y subir un par de pisos por las escaleras.
-Darse masajes de cuello.
-Estirar los brazos y/o piernas.
Realizar este tipo de pausas es muy importante, ya que en los horarios extensos de trabajo, los músculos del cuerpo se llevan al extremo y permanecen en una postura estática, tensándose y generando estrés.
De practicarse de forma cotidiana, las pausas activas pueden brindar beneficios como:
1 Prevenir lesiones en músculos y huesos (como el síndrome del túnel carpiano, por ejemplo).
2 Ayudan a eliminar la tensión acumulada.
3 Previenen la fatiga y el cansancio.
4 Ayudan a evitar calambres y dolores.
5 Propician una mejora en la postura corporal, optimizando la atención y concentración.
Vía: Notimex, Mejor con salud