El ejercicio trae consigo muchos beneficios para la salud; sin embargo, cuando no se hace de la manera adecuada —o se exceden los límites del cuerpo—, aumenta el riesgo de lesiones y otros problemas que merman la salud.
Este es el caso del broncoespasmo inducido por ejercicio (EIB, por sus siglas en inglés), el cual surge cuando las vías respiratorias de los pulmones se contraen durante un entrenamiento, dificultando la respiración y el ejercicio mismo.
De acuerdo con expertos, la causa principal es la inhalación de aire más fresco y más seco que el presente en los pulmones. Si se padece EIB y asma crónica, los síntomas suelen empeorar en primavera y otoño, cuando aumenta el riesgo de alergias.
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Síntomas
Por lo general, los síntomas comienzan después de 5 a 20 minutos de ejercicio sin interrupciones. Los más comunes son:
- Respiración sibilante
- Dificultad para respirar.
- Dolor de pecho.
- Tos.
- Opresión en el pecho.
Tratamiento
Para saber si se padece este problema, es necesario acudir con un médico. Con su ayuda, podrás tener acceso a un tratamiento adecuado. Es sumamente importante seguir sus instrucciones al pie de la letra, así como cambiar ciertos hábitos que podrían empeorar la afección.
Toma en cuenta que el período de precalentamiento y enfriamiento —de, al menos, 15 minutos antes y después del ejercicio— puede ayudar a reducir los síntomas de un EIB.
Evita hacer ejercicio en temperaturas extremadamente frías o si estás pasando por una enfermedad en las vías respiratorias, como un resfriado o gripe. En caso de padecer alergias, evita hacer ejercicio en épocas del año donde los niveles de polen sean altos. No olvides dejar de fumar, en caso de hacerlo.
Vía: FamilyDoctor.org