Las personas que tienen una buena condición física aeróbica durante la adolescencia es menos probable que sufran una ataque cardiaco cuanto alcancen la mediana edad, según sugiere un estudio realizado entre 750 mil hombres suecos.
Cada 15 por ciento de incremento en la capacidad aeróbica cuando se es adolescente se asocia con una reducción del 18 por ciento de ataque al corazón tres décadas después, reportan los investigadores en la edición en línea del 8 de enero de la Revista Europea del Corazón.
Los resultados también sugieren que los adolescentes y los adultos jóvenes que realizan regularmente entrenamiento cardiovascular tienen un 35 por ciento menos riesgo de sufrir un ataque cardiaco en el futuro.
La condición física aeróbica en los adolescentes parece ayudar a la gente que en el futuro padece obesidad, señala el líder de la investigación, Peter Nordstrom, de la Universidad Umea de Suecia. “Cabe señalar que la condición física aeróbica disminuye el riesgo de ataque al corazón incluso entre las personas con sobrepeso y obsesidad”, apunta Nordstrom. Los hombres con obesidad que durante la adolescencia tuvieron una alta capacidad aeróbica tuvieron un 60 por ciento menos riesgo de sufrir un ataque al corazón, comparados con los hombres con obesidad que tuvieron menos condición física aeróbica.
Sin embargo, los hombres que padecen obesidad y tuvieron una mayor condición física aeróbica presentaron un mayor riesgo de ataque cardíaco frente a hombres delgados que tuvieron un menor entrenamiento aeróbico. Mientras que el estudio encontró un vinculo entre la condición física aeróbica y las posibilidades de problemas cardiacos, no se estableció una relación causa-efecto.
Este descubrimiento enfatiza la necesidad de mejorar la condición física entre la gente joven, señala el Dr. Stephen Daniels, director de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado y vocero de la Asociación Americana del Corazón. “Aunque se piensa que estas enfermedades son enfermedades de adultos mayores, cada vez queda más claro que en dónde se encuentra la gente en su infancia y adolescencia es de importancia crítica”, explica Daniels. “Probablemente no estamos haciendo lo suficiente para ayudar a nuestra población joven para estar en forma y evitar la obesidad”, agregó.
En el estudio los investigadores analizaron datos médicos de 743 mil 498 hombres que se reclutados en el ejército sueco a los 18 años, entre 1969 y 1984. Como parte de la inducción, todos los conscriptos participaron en un examen físico que incluyó una prueba de su aptitud aeróbica . Todos tenían que montar en una bicicleta estática hasta que estuvieron demasiado cansados para continuar.
Los registros nacionales de salud suecos proporcionaron información sobre los ataques al corazón que sufrieron estos hombres más tarde en sus vidas. Los doctores utilizaron estos datos médicos para dar seguimiento a estos hombres por un promedio de 34 años después de su examen físico militar.
Los investigadores encontraron que los hombres con menor capacidad física aeróbica presentaron más del doble de riesgo de sufrir un ataque cardíaco que los hombres con mejor condición. Los autores del estudio también analizaron el efecto conjunto de obesidad y condición física, y encontraron que en todos los grupos de peso el riesgo de un ataque se incrementó significativamente al comparara a los sujetos con menos condición con los de mayor condición.
Sin embargo, los hombres con obesidad y buena condición tuvieron un riesgo 71 por ciento mayor comparados con los hombres delgados pero sin buena condición. Cuando se les comparó con hombres delgados y con una buena condición física aeróbica, presentaron cuatro veces más posibilidades de sufrir un ataque.
“Este estudio nos ayuda a evaluar el tema de condición contra obesidad y encontramos que ambas son importantes, pero son importantes independientemente”, apunta Daniels. “Una buena condición física no puede contrarrestar por completo los efectos sobre la salud que provoca el sobrepeso. Obviamente, lo mejor es tener un peso normal y tener buena condición física, que es lo que deberíamos de buscar para la mayoría de nuestra población”, explicó.
La fuerza muscular, que también se evaluó durante la inducción, no parece proporcionar los mismos beneficios para el corazón como lo hace la capacidad aeróbica.
La genética probablemente también tiene un papel importante en la capacidad aeróbica de los adolescentes y, por lo tanto, en la protección en contra de los ataques cardiacos, dijo Nordstrom. Otro estudio enfocado en gemelos, dentro de este mismo grupo de pacientes, encontró que el 78 por ciento de las variaciones en la forma física aeróbica se podía atribuir a la genética.
También puede ser que los hombres que en la adolescencia se encuentran en buena forma física han adoptado el estilo de vida que los mantendrá sanos en el futuro, comenta el doctor Mark Urman, miembro del Colegio Americano de Prevención Cardiaca del Comité de Enfermedades Cardiovasculares.
Pero también podría ser que los hombres que están en buena forma en la adolescencia han adoptado el tipo de estilo de vida que mantenerlos sanos más adelante en la vida, dijo el doctor Mark Urman, miembro de la Universidad Americana de Prevención de la Enfermedad Cardiovascular Comité de Cardiología. “Si usted está en forma durante su adolescencia, usted va a tener más probabilidades de mantenerse en forma en el transcurso de su vida», dijo Urman. “Cuanto mejor condición tenga, menos probable es que tenga problemas cardiacos”, puntualizó.
Vía: HealthDay News