La glándula tiroides, localizada en la parte frontal del cuello, produce las hormonas que controlan las células ligadas al metabolismo, es decir, interviene en los procesos físicos y químicos que convierten o usan energía, como la respiración, la circulación sanguínea, el funcionamiento del cerebro, la digestión, entre otros.
Cuando se produce demasiada hormona tiroidea, se desarrolla tiroides hiperactiva —o hipertiroidismo—. Entre sus principales síntomas destaca la pérdida de cabello, así como irregularidades en la menstruación. Lamentablemente, la alopecia areata suele vincularse al estrés, a la edad o a problemas hormonales, principalmente cuando surgen durante la menopausia.
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En este sentido, de no acudir con un especialista a tiempo, pueden confundirse las enfermedades y ocultar un mal grave, como en el caso de la tiroides, que podría llevar a hipertensión arterial, osteoporosis, problemas cardíacos y otros más.
Es importante distinguir lo síntomas, los más comunes son:
- Dificultad para concentrarse.
- Fatiga.
- Deposiciones frecuentes.
- Temblor en las manos.
- Intolerancia al calor.
- Aumento del apetito.
- Aumento de la sudoración.
- Nerviosismo.
- Problemas del sueño.
- Pérdida de peso (o aumento de peso, en algunos casos).
Lo ideal es acudir con un médico en cuanto se detecte la caída del cabello, independientemente de la causa, para descubrir si está relacionada con otra afección. Una vez corroborado el diagnóstico, el especialista te ofrecerá un tratamiento personalizado, dependiendo del grado del problema. ¡Cuídate!
Vía: Notimex/ Medline Plus