Los nervios periféricos conectan el cerebro y la médula espinal con otras partes del cuerpo. Estos nervios controlan los músculos para que puedas caminar, parpadear, tragar, levantar objetos y realizar otras actividades.

Se pueden formar varios tipos diferentes de tumores en los nervios periféricos. La causa de estos tumores suele ser desconocida, aunque algunos poseen una causa genética.

La mayoría de estos tipos de tumores no son cancerosos (benignos), pero pueden provocar daño a los nervios y pérdida del control muscular. Por ello, es importante que consultes a tu médico cuando tengas un bulto inusual, dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad muscular.

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Un tumor benigno de los nervios periféricos puede ocasionar síntomas si presiona el nervio en el que está creciendo o los nervios, vasos sanguíneos o tejidos cercanos.

Conforme el tumor crece, puede ser más probable que cause síntomas, pero incluso los tumores pequeños a veces pueden generar alguna sintomatología. Concretamente, los síntomas dependen de la ubicación del tumor y de los tejidos que afecta. Estos pueden incluir:

  1. Hinchazón o un bulto debajo de la piel
  2. Dolor, hormigueo o entumecimiento
  3. Debilidad o pérdida de función en el área afectada
  4. Mareos o pérdida del equilibrio

 

Fuente: Mayo Clinic