La autoexploración mamaria es una herramienta fundamental para la detección temprana del cáncer de mama. Aunque no sustituye a los exámenes médicos como la mamografía, conocer tu cuerpo y estar atenta a cualquier cambio es clave para actuar a tiempo. Incorporar este hábito mensual en tu vida puede hacer una gran diferencia en la prevención o detección temprana de posibles problemas.

¿Cómo realizar la autoexploración mamaria?

Sigue estos pasos para hacer una autoexploración adecuada:

  1. Frente al espejo. Colócate de pie, frente a un espejo, con los brazos relajados a los lados. Observa cualquier cambio visible en el tamaño, la forma o la simetría de tus senos. Presta especial atención a alteraciones en la piel, como enrojecimiento, hoyuelos o engrosamientos, así como a cambios en los pezones, como secreciones o retracción.
  2. Con los brazos levantados. Levanta ambos brazos y colócalos detrás de la cabeza. Vuelve a observar tus senos en esta posición para detectar cualquier cambio que no fuera evidente antes.
  3. Con los brazos en la cadera. Presiona firmemente tus manos sobre las caderas, tensando los músculos pectorales. Busca cualquier irregularidad en el contorno de los senos o en la piel.
  4. Palpación tumbada. Acuéstate boca arriba y coloca una almohada bajo tu hombro derecho. Usa la mano izquierda para palpar suavemente el seno derecho con movimientos circulares. Comienza desde la parte exterior del seno y avanza hacia el centro, revisando toda la zona, incluyendo la axila. Repite el proceso en el seno izquierdo.
  5. Palpación en la ducha. Muchas mujeres prefieren hacer la autoexploración en la ducha, ya que el agua y el jabón facilitan el deslizamiento de los dedos sobre la piel. Usa movimientos circulares para palpar ambos senos y las axilas.

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¿Qué buscar durante la autoexploración?

Durante la autoexploración, es importante estar atenta a cualquier signo inusual, como:

  • Bultos o engrosamientos en el tejido mamario o la axila.
  • Cambios en el tamaño, la forma o la apariencia de un seno.
  • Hoyuelos, arrugas o protuberancias en la piel.
  • Secreciones inusuales del pezón.
  • Retracción del pezón o cambios en su forma.
  • Enrojecimiento, sarpullido o descamación en la piel del seno o el pezón.

¿Cuándo realizar la autoexploración mamaria?

La mejor época para hacerte una autoexploración es unos días después de tu periodo, ya que durante la menstruación los senos pueden estar más sensibles o hinchados. Si ya no tienes menstruación, elige un día fijo cada mes para hacerlo, de manera que no se te olvide.

¿Qué hacer si encuentras algo inusual?

Si detectas un bulto o cualquier otra anomalía durante tu autoexploración, no te alarmes de inmediato. La mayoría de las veces, estos cambios no son cancerosos y pueden deberse a otras causas, como quistes benignos o cambios hormonales.

Es fundamental que, ante cualquier duda, consultes a tu médico para una evaluación más detallada. Sólo un profesional podrá determinar si es necesario realizar pruebas adicionales.

 

Fuente: Mayo Clinic