Los especialistas en cáncer de mama se mantienen firmes respecto al azúcar: “En general, se debe evitar este alimento, ya que es adictivo».
Sumado a lo anterior, puede provocar cambios de humor y conducir a picos de insulina, siendo esto último lo que pone al cuerpo en un estado proinflamatorio. Al mismo tiempo, el azúcar puede provocar enfermedades cardíacas, diabetes y otras enfermedades inflamatorias crónicas”.
«Demasiada azúcar puede provocar obesidad, que es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama», indican.
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Pese a ello, varios estudios que investigan los vínculos entre el azúcar y el cáncer de mama han sido «mixtos e inconsistentes».
Al hablar del azúcar, vale la pena romper con un mito relacionado: que esta ayuda a que los tumores crezcan. Dicho mito surgió porque las células cancerosas se dividen rápidamente y, por lo tanto, requieren de mucha energía.
Aunque no hay evidencia concreta que respalde esto, los expertos todavía recomiendan abstenerse de consumir azúcar agregada tanto como sea posible para el bienestar general.
Fuente: Medical News Today