Los campos magnéticos de frecuencia extremadamente baja (ELF, por sus siglas en inglés) producidos por las líneas eléctricas no son ionizantes y, por lo tanto, no causan cáncer.

Los investigadores afirman que varios estudios importantes han analizado los posibles efectos de los campos magnéticos ELF sobre el cáncer en roedores. Tales estudios exponen a los animales a campos magnéticos mucho más fuertes que a los que normalmente estamos expuestos los seres humanos en casa. Y la mayoría de estos trabajos no han encontrado ningún aumento en el riesgo de ningún tipo de cáncer. De hecho, el riesgo de algunos tipos de cáncer fue menor en los animales expuestos a la radiación ELF.

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Pese a ello, los expertos también señalan que algunas investigaciones han descubierto un ligero aumento en el riesgo de leucemia en los niños que viven cerca de líneas eléctricas. No obstante, las razones de esto siguen sin estar claras.

De acuerdo con médicos especialistas en el ramo, no existe ninguna evidencia real de que los teléfonos celulares o las líneas eléctricas ocasionen cáncer, y hay muchas otras cosas que realizamos a diario que nos ponen en un riesgo mucho mayor, como por ejemplo el tabaquismo y el consumo de alcohol.

 

Fuente: Medical News Today