El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte entre mujeres en todo el mundo. Sin embargo, con la detección temprana, las tasas de supervivencia aumentan considerablemente. Una herramienta clave en la prevención es la evaluación de riesgo. Pero, ¿cuándo es necesario realizar esta evaluación y cómo puede ayudar a reducir el riesgo?
¿Qué es una evaluación de riesgo de cáncer de mama?
Es un proceso en el cual se analiza el historial médico personal, familiar y otros factores para estimar la probabilidad de que una persona desarrolle la enfermedad. Esto permite al médico tomar decisiones personalizadas sobre cuándo comenzar con estudios más específicos.
Factores que influyen en el riesgo
Varios factores pueden aumentar o disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Algunos de estos factores son modificables, como la dieta y el ejercicio, mientras que otros, como la edad y los antecedentes familiares, no lo son. Los principales factores de riesgo incluyen:
- Edad.
- Antecedentes familiares.
- Mutaciones genéticas.
- Historial personal de cáncer de mama.
- Densidad mamaria.
- Factores reproductivos.
¿Cuándo es recomendable realizar la evaluación de riesgo?
Es importante realizar la evaluación en momentos clave de la vida, cuando los factores de riesgo puedan cambiar o cuando el médico lo sugiera. A continuación, te indicamos algunos momentos en los que deberías considerar realizar una evaluación de riesgo de cáncer de mama:
- A partir de los 30 años, especialmente si tienes factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de mama o si eres portadora de mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer.
- Antes de los 40 años, si tienes antecedentes de cáncer de mama en la familia, sobre todo si un familiar fue diagnosticado antes de los 50 años.
- Si te han diagnosticado con tejido mamario denso, ya que esto puede dificultar la detección del cáncer en estudios rutinarios.
- Si tienes antecedentes de tratamientos de radioterapia en el pecho o la cara, sobre todo si los tratamientos fueron realizados en la adolescencia o juventud.
- Después de la menopausia, ya que las hormonas y otros factores pueden influir en el riesgo de cáncer de mama durante esta etapa de la vida.
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¿En qué consiste la evaluación de riesgo?
La evaluación de riesgo de cáncer de mama generalmente implica una conversación detallada con el médico sobre el historial médico personal y familiar, junto con una serie de pruebas si es necesario. Estas pueden incluir:
- Historia clínica detallada. Incluye preguntas sobre la salud general, antecedentes de cáncer, factores reproductivos y otros datos importantes.
- Evaluación genética. En mujeres con alto riesgo, se puede recomendar una prueba genética para identificar mutaciones en los genes BRCA1, BRCA2 u otros genes relacionados.
- Pruebas de imagen. Si se determina un riesgo elevado, se puede recomendar una mamografía, ecografía mamaria o una resonancia magnética.
¿Qué hacer si el riesgo es alto?
Si después de la evaluación se determina que tu riesgo de desarrollar cáncer de mama es elevado, el médico puede recomendar medidas preventivas como:
- Mamografías o resonancias magnéticas más frecuentes.
- Terapia hormonal preventiva, en caso de que sea apropiada.
- Cambios en el estilo de vida.
- Cirugía preventiva.
Realizar una evaluación de riesgo de cáncer de mama en los momentos adecuados puede marcar una gran diferencia en la detección temprana y la prevención de la enfermedad.
Si tienes factores de riesgo o simplemente quieres estar informada sobre tu salud, consulta con tu médico para determinar cuándo es el mejor momento para realizar esta evaluación.
Fuente: NIH