La leucemia de células pilosas es un cáncer de los glóbulos blancos. Estos últimos ayudan a combatir los gérmenes, además de que existen diferentes tipos. Concretamente, los glóbulos blancos involucrados en la leucemia de células pilosas se denominan células B. Las células B también se conocen como linfocitos B.

En la leucemia de células pilosas, el cuerpo produce demasiadas células B. Estas células no se parecen a las células B sanas. En su lugar, han experimentado cambios para convertirse en células leucémicas. Estas células de leucemia tienen un aspecto «peludo» si se observan en el microscopio.

Conoce más: Leucemia, ¿cómo afecta a los huesos y al sistema inmune?

Las células de este tipo de leucemia continúan vivas, mientras que las células sanas mueren como parte del ciclo de vida celular natural. Las células leucémicas se acumulan en el cuerpo y ocasionan síntomas.

Por lo general, la leucemia de células pilosas empeora lentamente. Es posible que no sea necesario comenzar el tratamiento de inmediato. Cuando se vuelve imperativo, el tratamiento suele involucrar el uso de quimioterapia.

Recientemente, los científicos descubrieron un tipo de cáncer que se parece a la leucemia de células pilosas, pero empeora mucho más rápido. Este otro tipo de cáncer se denomina variante de leucemia de células pilosas, y es considerado un tipo de cáncer distinto a la leucemia de células pilosas, aunque posee un nombre similar.

Si deseas saber más sobre esta afección, consulta a un médico especialista en cáncer.

 

Fuente: Mayo Clinic