De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el mesotelioma maligno es un tumor canceroso poco común que afecta principalmente al revestimiento del pulmón y la cavidad torácica (pleura) o al revestimiento del abdomen (peritoneo).

La exposición prolongada al asbesto es el mayor factor de riesgo. El amianto es un material resistente al fuego. Este solía encontrarse en aislamientos, vinilos para techos, cemento y frenos de automóviles. Aunque muchos trabajadores del asbesto fuman, los expertos no creen que el tabaquismo en sí sea una causa de la afección.

Los hombres se ven afectados con más frecuencia que las mujeres. La edad promedio en el momento del diagnóstico es de 60 años. La mayoría de las personas desarrollan la afección unos 30 años después de haber estado en contacto con el asbesto.

Síntomas

Los síntomas pueden no aparecer hasta 20 a 40 años o más después de la exposición al asbesto y pueden incluir:

  • Distensión abdominal
  • Dolor abdominal
  • Dolor de pecho, especialmente al respirar profundamente
  • Tos
  • Fatiga
  • Dificultad para respirar
  • Pérdida de peso
  • Fiebre y sudoración

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Exámenes y pruebas

El médico hará un examen físico y le preguntará a la persona sobre sus síntomas y antecedentes médicos. Las pruebas que se pueden realizar incluyen:

  • Radiografía de pecho
  • Tomografía computarizada de tórax
  • Citología del líquido pleural
  • Biopsia de pulmón abierto
  • Biopsia pleural

El mesotelioma suele ser difícil de diagnosticar. Bajo el microscopio, puede costra trabajo diferenciar esta enfermedad de condiciones y tumores similares.

Tratamiento

El mesotelioma maligno es un cáncer difícil de tratar.

En general, no existe cura, a menos que la enfermedad se detecte en etapas muy tempranas y el tumor se pueda extirpar por completo con cirugía. La mayoría de las veces, cuando se diagnostica este cáncer, está demasiado avanzado para la cirugía. Se puede utilizar quimioterapia o radiación para reducir los síntomas. La combinación de ciertos medicamentos de quimioterapia puede ayudar a disminuir la sintomatología, pero no curará el cáncer.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine