El cáncer de hígado es un tipo de crecimiento celular anormal que comienza en el hígado pero puede extenderse por todo el cuerpo. Las células que poseen mutaciones (cambios genéticos) comienzan a crecer y dividirse sin control, formando tumores o bultos. El cáncer de hígado más común en adultos comienza en el tejido primario del hígado y se denomina carcinoma hepatocelular (CHC).
Alrededor del 10% al 20% de los cánceres de hígado comienzan en el revestimiento de los conductos biliares dentro de dicho órgano. Tales conductos son tubos que transportan la bilis (un líquido digestivo creado y liberado por el hígado) a la vesícula biliar. El cáncer de vías biliares intrahepáticas (IBDC, por sus siglas en inglés) también se conoce como colangiocarcinoma intrahepático.
Por ello, detectar el cáncer de hígado antes de que se propague puede aumentar la probabilidad de un resultado positivo. Sin embargo, los signos y síntomas de esta enfermedad no aparecen hasta la última etapa de la misma. Los proveedores de atención médica no pueden palpar tumores pequeños en un examen físico y no existen pruebas de detección de cáncer de hígado ampliamente recomendadas para personas con riesgo promedio.
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Las personas con riesgo elevado de cáncer hepático incluyen aquellas que padecen cirrosis, hemocromatosis hereditaria o hepatitis crónica. Los médicos pueden recomendar que estas personas se realicen una ecografía del hígado (una prueba de imágenes que utiliza ondas sonoras para producir imágenes) cada seis meses y un análisis de sangre para verificar sus niveles de alfafetoproteína, ya que tener niveles elevados de esta proteína en la sangre es un indicador de cáncer de hígado.
Algunos estudios han reportado que este método de detección permitiría encontrar el cáncer de hígado de manera temprana, pero los expertos no saben lo suficiente sobre la utilidad de este método para mejorar los resultados.
Asimismo, las pruebas para detectar enfermedades que pueden provocar cáncer de hígado permiten, a su vez, detectar los factores de riesgo a tiempo, facilitando que los proveedores de atención médica eviten su progresión.
Fuente: Very Well Health