Socialmente, el chocolate tiene una imagen de alimento poco saludable, y ya ni digamos sobre su recomendación para personas muy activas físicamente o incluso atletas. Pero ahora, un reciente estudio se encamina a romper esta idea, pues encontró que el chocolate amargo es un excelente aliado para mejorar la salud y el rendimiento físico.
La investigación, que corrió a cargo de la Universidad de Kingston, en Inglaterra, halló que añadir un poco de chocolate amargo a una dieta de entrenamiento puede mejorar, sin esfuerzo alguno, la resistencia. Significando esto excelentes noticias para los atletas que buscan llegar al máximo, así como para aquellas personas que esperan una excusa para consentirse con este popular alimento.
De entrada, hay que especificar que estos beneficios solamente se refieren al chocolate amargo, no aplica para el chocolate compuesto en su mayoría de leche (el más comercial) ni para el chocolate blanco. ¿Por qué?
Esto se debe a que el chocolate amargo es la presentación que más cacao contiene y, dentro de este nutriente vegetal, se encuentra una sustancia llamada epicatequina. Por ende, el chocolate amargo, por lo general, es rico en epicatequina, sustancia que se conoce por impulsar dentro de nuestro organismo la liberación extra de óxido nítrico, el cual tiene efectos benéficos múltiples en el cuerpo.
El óxido nítrico, explican los investigadores, aumenta ligeramente la vasodilatación (el ensanchamiento de las venas y arterias), mejorando el flujo sanguíneo y la función cardiaca. Asimismo, provoca que las células musculares absorban más azúcar en la sangre, proporcionándoles más energía, y, finalmente, aumenta la entrada de oxígeno a las células.
Cada uno de estos efectos fisiológicos puede ayudar de forma importante al desempeño físico de una persona, subrayaron los expertos. Por ello, llegaron a la conclusión de que el chocolate amargo puede potenciar en serio el desempeño, siempre y cuando se utilice con cuidado.
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El estudio, publicado en The Journal of the International Society of Sports Nutrition, se basó en el desempeño de un grupo de ciclistas no profesionales de sexo masculino, quienes aceptaron consumir una pequeña porción (40 gramos o, aproximadamente, un cuadrito y medio) de chocolate amargo todos los días.
Se pidió a los ciclistas sustituir una de sus colaciones o postres diarios por el chocolate, para evitar el aumento de peso. Todos consumieron su porción de chocolate amargo todos los días durante dos semanas y, tras regresar al laboratorio para hacer unas pruebas, los resultados fueron fascinantes: todos los ciclistas mostraron un mejor desempeño en la mayoría de las pruebas físicas.
En general, los ciclistas utilizaban menos oxígeno para el pedaleo a velocidad moderada, un cambio que les permitiría pedalear durante más tiempo o con más potencia antes de cansarse; además, cubrieron una mayor distancia, lo que significa que su capacidad para el pedaleo acelerado había aumentado.
“Los atletas recreacionales que quisieran mejorar su desempeño podrían considerar cambiar su refresco o galleta diaria por un cuadrito o dos de chocolate amargo», dijo Rishikes Kankesh Patel, estudiante de posgrado de la Universidad Kingston que dirigió el estudio.
No obstante, Rishikes advirtió que los científicos aún no conocen la dosis ideal de chocolate amargo para los atletas, y agregó que no parece que más de 40 gramos (un cuadrito y medio) sean de ayuda, así que no hay que comerse la barra entera.
Vía: The New York Times