Es común mirar a bebés con un chupón en la boca. De hecho, algunas madres utilizan esta herramienta como un método para calmarlos cuando tienen hambre o están a punto de llorar. Si bien los chupones suponen algunos beneficios, también existen riesgos. Las madres deben estar al tanto de ellos para elegir la mejor opción para el bebé.

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Beneficios

1. Pueden tranquilizar a los bebés, ya sea para ayudarlo a dormir o durante procedimientos médicos —vacunas—.
2. Podrían ser de ayuda para disminuir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

Riesgos

1. Si el bebé es muy pequeño, existe el riesgo de dificultad para aprender a lactar. Especialistas recomiendan esperar hasta que el menor haya aprendido a lactar bien y tenga, por lo menos, un mes de edad.

2. Si se convierte en una necesidad para dormir, el bebé podría despertar muchas veces por la noche, hasta que tenga edad suficiente para ponerse él mismo el chupón.

3. Los bebés que usan chupones tienen más probabilidad de sufrir infecciones del oído medio.

4. El uso regular del chupón después de los dos años de edad podría causar problemas en los dientes del menor.

5. Los chupones tienen gérmenes. De no lavarlos con frecuencia, es probable que el bebé se enferme.

Recomendaciones

  • Opta por los chupones sólo si tu hijo es menor de seis meses de edad.
  • No obligues al bebé a que use un chupón, ni lo ates a su cuello.
  • No pongas azúcar, o algún otro ingrediente, sobre el chupón.
  • Limpia y reemplaza el chupón con frecuencia.
  • Compra chupones de una sola pieza para evitar el riesgo de asfixia.
  • Si tu hijo llora, intenta calmarlo con otros métodos antes de ofrecerle el chupón.
  • Consulta con el pediatra cuándo es el mejor momento para que el niño deje de usar el chupón.

 

Vía: Family Doctor