Aprender nuestra canción favorita, reflexionar sobre un libro que ojeamos días atrás o recordar el nombre de nuestros amigos, son acciones tan esenciales para vivir como no olvidar quiénes somos. Actividades comunes para muchos, imposibles para aquellos que padecen Alzheimer.
Ciertamente, la principal medida para combatir esta enfermedad degenerativa es la prevención, o el retraso de los síntomas mediante un estilo de vida saludable. Sin embargo, cuando la afección llega y afecta a un ser querido, nuestro deber es recurrir a la empatía.
Ponerse en la piel de una persona con Alzheimer es la mejor forma de ayudarle a mantener un estilo de vida digno y autosuficiente. Ronald Petersen, neurólogo de Mayo Clinic, sugiere las siguientes prácticas:
1. A fin de eliminar los retos que presenta la enfermedad
• Programa un horario. Establecer una rutina diaria ayudará a que los días sean más predecibles y menos confusos. Se recomienda programar las tareas más difíciles, como bañarse o acudir a citas médicas, para la hora en la que el enfermo se encuentre más calmado.
• Adapta la rutina, según sea necesario. Por ejemplo, si tu ser querido insiste en usar la misma ropa todos los días, considera adquirir varios atuendos iguales.
• Tómate tu tiempo. Anticipa que las cosas tomarán más tiempo que antes. Programa con anterioridad todo el día para no apurar al enfermo.
• Involucra a tu ser querido. Permite que haga lo máximo posible, con la menor cantidad de ayuda.
• Restringe las alternativas. Con menos alternativas es más fácil decidir. Por ejemplo, es recomendable que tu ser querido escoja entre dos atuendos, pero nunca entre todo el armario.
• Reduce las distracciones. Durante la comida o las conversaciones, lo mejor es apagar el televisor, u otros aparatos, para que el enfermo pueda enfocarse en la tarea que realiza.
2. A fin de mantener segura a la persona enferma
• Prevé caídas y evítalas. Descarta las alfombras, las extensiones eléctricas y cualquier desorden que pueda hacer tropezar o caer al enfermo.
• Usa cerraduras. Instala cerrojos en los armarios y puertas del hogar.
• Toma precauciones de seguridad. Aleja de tu ser querido todos los artículos que representen un peligro, como fósforos y encendedores.
Si no te encargas directamente de alguien con este padecimiento, pero conoces a una persona en esta situación, considera ayudarle. Te decimos cómo.
• “Voy al supermercado ¿necesitas algo?”
• “Mañana tendré unas horas libres ¿podría sustituirte un rato mientras te tomas un respiro?”
• “Preparé el doble de comida para compartir contigo. Traje suficiente para un par de días”.
• “¿Necesitas ayuda con alguna actividad? Puedo ayudarte este fin de semana”.
Vía: Mayo Clinic