Insomnio niño-ICuando hablamos de trastornos del sueño en los niños, los que quizás primero vienen a nuestra mente son los terrores nocturnos, las pesadillas y el sonambulismo. Estos caen en una clase de trastornos de la conducta durante el sueño conocidos como parasomnias.

Se estima que más del 6.5 por ciento de los niños, particularmente aquellos cuya edad oscila entre los 4 y 12 años, experimentan terrores nocturnos, que se definen como episodios de miedo intenso, gritos y agitación durante el sueño. Aproximadamente, 3 por ciento de los niños en edad escolar y preescolar experimentan pesadillas, mientras que 15 por ciento de los menores de 4 a 12 años son sonámbulos.

Quizás menos asociadas con la población infantil y adolescente se encuentran el insomnio y la apnea obstructiva del sueño. De hecho, se estima que el insomnio (incapacidad para dormir o despertarse frecuentemente) afecta a casi 25 por ciento de los niños y adolescentes. La apnea obstructiva del sueño (cuando un individuo deja de respirar por largos periodos mientras duerme) afecta del 2 al 4 por ciento de los pequeños.

Existen numerosos factores que pueden ocasionar trastornos del sueño durante la infancia y la adolescencia.
Igual que los adultos, niños y adolescentes pueden experimentar estrés, factor que interfiere con dormir adecuadamente. También se sabe que el consumo de bebidas energéticas – que contienen cafeína – interrumpen el sueño, así como el uso de de ciertos medicamentos, como antidepresivos y corticoesteroides.

Esta población también es más propensa a desarrollar trastornos del sueño si tienen un historial familiar con esas características. Los hábitos de sueño o “higiene del sueño” pobres, como ir a la cama en periodos irregulares o intentar dormir en un ambiente inadecuado, puede afectar de forma negativa la calidad del sueño.

Actualmente, los investigadores señalan que esta problemática se debe al incremento en el uso de la tecnología. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista BMJ Open halló que los niños son 50 por ciento más propensos a desarrollar dificultad para dormir si usan dispositivos electrónicos durante 4 horas o más al día. “En los adolescentes, con el incremento en popularidad de la tecnología, muchos chicos se mantienen despiertos hasta muy tarde hablando con amigos en sus teléfonos inteligentes y tabletas. La estimulación y la exposición a la luz proveniente de estos dispositivos están asociadas con acostarse tarde y con insomnio”, señaló en entrevista el Dr. Neil Kline, médico del sueño e internista en la Asociación Americana del Sueño.

Aunque comúnmente son inofensivos, los ronquidos pueden ser un idicador importante de un trastorno del sueño en niños y adolescentes. Puede ser signo de apnea del sueño o calidad perturbada del sueño.

Otros síntomas vinculados a los trastornos del sueño y que deben vigilarse incluyen dificultad para conciliar en sueño, fatiga, memoria deficiente, falta de concentración, lapsos de atención reducida, irritabilidad y cambios de humor, hiperactividad y depresión

Por lo anterior, es importante que los padres establezcan un horario de uso de estos aparatos en sus hijos, y estén pendientes de sus actividades diarias y de su comportamiento, a fin de hallar posibles signos de alerta que indiquen la presencia o desarrollo potencial de un trastorno de sueño; que de ser así, requiere una inmediata atención médica.

«Si existe cualquier preocupación de un problema de sueño, como un niño que tarda más de 20 a 30 minutos en quedarse dormido, no dormir durante la noche después de haber cumplido un año de edad, o roncar, es importante discutirlo con el pediatra del pequeño, el proveedor de servicios de salud o un médico especialista en sueño”, subrayó la Dra. Shalini Paruthi, vocera de la Academia Americana de Medicina del Sueño.

 

Vía: Medical News Today