Decidir cómo será la alimentación de un bebé recién nacido suele ser una de las primeras decisiones importantes que tome una madre de familia sobre la salud de su hijo.

Lo cierto es que, al tratarse de recién nacidos, la principal duda consistirá en si es mejor alimentarlos dándoles pecho o a través del biberón.

Sobre este punto, los expertos en medicina coinciden en que la lactancia materna es lo mejor para la salud integral de un bebé un recién nacido. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los bebés se alimenten exclusivamente de leche materna durante sus primeros seis meses de vida.

Asimismo, aconseja que después de la introducción de los alimentos sólidos en la dieta del bebé, la lactancia materna debe proseguir durante el primer año de vida del bebé, e incluso durante más tiempo, si así lo desean tanto la mamá como el bebé.

La lactancia materna ofrece importantes beneficios para la salud integral de los infantes. Biológicamente hablando, la leche materna es el alimento perfecto para el sistema digestivo del bebé humano. Contiene los nutrientes que necesita un recién nacido, y todos sus componentes son fáciles de digerir para el sistema de los pequeños.

Aunque las leches artificiales para bebés -o leches de fórmula- de libre venta intentan imitar la leche materna, no consiguen reproducir su composición exacta, destacan expertos.

Conoce más: 6 beneficios de la lactancia materna en las mamás

Sin embargo, la decisión final sobre dar el pecho o el biberón a un bebé se suele basar en lo cómoda que se siente la madre y en su estilo de vida.

Por ejemplo, algunas madres que acaban de tener un bebé se pueden llegar a sentir un tanto ‘atadas’ por el hecho de tener que amamantar a su hijo recién nacido de forma frecuente. Especialmente aquellas mamás que necesitan volver a trabajar fuera de casa o separarse de sus bebés de vez en cuando por otros motivos.

En estos casos, los especialistas recomiendan utilizar una bomba de extracción de leche para recoger su propia leche materna, la cual puede ser almacenada en un biberón que posteriormente el padre u otro cuidador podrá dar al bebé. Esto permitirá que los pequeños sigan disfrutando de los beneficios de la leche materna aunque su mamá no esté presente para darles el pecho.

Los especialistas exponen que un recién nacido puede llegar a demandar entre 8 y 12 tomas al día, al menos durante el primer mes de vida. Por ello, recomiendan alimentar al bebé cuando tenga hambre. Algunos de los signos que indican que un bebé tiene hambre son:

-Mover la cabeza de un lado a otro.

-Abrir la boca.

-Sacar la lengua.

-Meterse las manos y los puños en la boca.

-Poner los labios como si fuera a succionar.

-Restregarse contra el pecho de la madre.

 

Vía: Kid’s Health