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Sea cual sea la dieta que elijas, pues muchas dietas diferentes pueden ayudarte a mantener un peso saludable, no te rindas si comienzas a sentir demasiada hambre, pues muchas veces se convierte en el talón de Aquiles cuando de una adecuada alimentación se trata, sobre todo si se padece alguna enfermedad crónica.

«El hambre es una de las razones por las que muchas personas no se adhieren a un plan para lograr un peso saludable por más de unas pocas semanas. Cuando comes menos, tus células grasas liberan más hormonas del hambre, lo que aumenta tu apetito», así lo señala Dawn Noe, nutrióloga y educadora en diabetes de la Fundación de la Clínica Cleveland (Estados Unidos). «Los planes de comidas con más proteínas y menos carbohidratos son los mejores para controlar el hambre y el apetito».

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Lo anterior es especialmente importante para las personas con diabetes, pues consumir una dieta con menos carbohidratos (como pan, pasta, arroz, postres, bebidas azucaradas, jugo, etc.) ayuda a que el cuerpo requiera menos insulina, lo que a su vez puede ayudar a prevenir el hambre, el almacenamiento de grasa y el aumento de peso.

Por ello, Noe aconseja reemplazar los carbohidratos procesados como el pan blanco, bagels, muffins o donas para el desayuno con alimentos ricos en proteínas, como huevos o yogur griego mezclado con semillas de chía y bayas. Con ello, descubrirás que te sentirás y mantendrás más satisfecho(a), y por más tiempo.

 

Vía: Cleveland Clinic