medicos_humanistas.2Un trabajo reciente realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile propone reenfocar la formación de los futuros médicos y hacerlo desde la óptica que confieren las humanidades, lo que sería aplicable a otros países iberoamericanos.

Los autores mencionan que el fin es reivindicar la medicina como disciplina científico-humanista, de manera que el humanismo brinde impulso a lo científico. Con ello, se espera que cada vez que los estudiantes observen a un enfermo, sean capaces de identificar no solo el grado de afección del paciente en cuanto a su patología, sino también el componente emocional que les está generando. La idea es incrementar su nivel de sensibilidad a fin de identificar los factores que determinan la forma en que la persona experimenta la enfermedad, y que los consideren al momento de plantear las posibles soluciones al problema del paciente.

Las cualidades que los pacientes esperan encontrar en los médicos pueden fomentarse mediante dichas “humanidades en medicina”. A pesar de lo anterior, los aspectos que incluyen los programas de este tipo en diversas instituciones tienden a tratar temas que, frente a los dilemas éticos, suelen ser percibidos por los estudiantes como de menor relevancia, ocasionando que les resten atención.

Ante esta problemática, es imprescindible englobar los aspectos ético, de habilidad comunicacional y de humanidad para entender las humanidades médicas. Aunque estos aspectos ya han sido incorporados individualmente al plan de estudios de Medicina en diversas universidades del mundo, ninguno de ellos en sí es suficiente para que los estudiantes realmente se conviertan en médicos humanizados.

Cada estudiante llega a la educación superior con cierto bagaje cultural y de valores previamente adquirido, por lo que al considerar los contenidos, cómo transmitirlos y evaluarlos, habrá que reconocer que lo observado es mucho más que el efecto del proceso educativo universitario.

El comportamiento humanista generalizado que desea transmitir esta formación contempla 3 características: integridad, respeto y compasión. Las tres en su conjunto implican el compromiso personal del médico de ser honesto, respetuoso y empático con sus pacientes.

Es bien sabido que el grado de empatía de los estudiantes de Medicina decae conforme avanzan en la carrera, siendo factores como el trato inadecuado, mayor énfasis en aspectos técnicos que humanos de la medicina, y sensación de pertenecer a un grupo privilegiado, entre otros, los que contribuyen a este descenso.

La propuesta de este estudio radica en aplicar durante el primer año de la carrera un test, que permita a los estudiantes identificar rasgos de carácter que puedan constituir barreras en la comunicación, la enseñanza de habilidades comunicacionales y, por supuesto, la ayuda pertinente para superar las barreras descubiertas entre ellos y los pacientes. Esto abarca la evaluación actitudinal del futuro médico, donde se medirá su comportamiento humano, su comunicación y relación con el paciente, y su disposición y reflexión ética.

En cuanto al ámbito bioético, la sugerencia es insertar los tópicos bioéticos pertinentes a lo largo del continuo de contenidos clínicos que corresponden a las distintas áreas de la medicina. Los temas propios de salud pública deben orientarse a las necesidades específicas de cada país, pues no olvidemos que la bioética nació en un contexto histórico y multicultural.

Toda esta formación deberá ser asesorada por un mentor, quien fungirá como una persona de respeto y confianza con quien el estudiante pueda compartir todos los aspectos relativos a su vida profesional.

En conclusión, es posible alcanzar el objetivo de formar médicos humanistas implementando un programa desde el pregrado, el cual se enfoque en la enseñanza del comportamiento humanizado, dándole importancia a las habilidades comunicacionales y a la formación bioética.

 

Vía: Académica