Los problemas de respiración mientras dormimos, siendo el más común la apnea del sueño, pueden influir en nuestro estado de ánimo e incluso provocarnos varios problemas en el cerebro, como fallas en la memoria y en nuestro pensamiento, así como dificultad para concentrarnos, esto de acuerdo con un estudio de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA).
Paul Macey, profesor asociado de la Facultad de Enfermería de la UCLA, comentó que “en estudios anteriores, hemos observado cambios estructurales en el cerebro debidos a la apnea del sueño, pero en este estudio observamos en realidad unas diferencias importantes en dos sustancias que influyen sobre la forma en que el cerebro funciona”.
Según Macey, quien fue el investigador líder, los cambios que encontraron podrían ayudar a explicar el motivo de que las personas con apnea del sueño desarrollen síntomas que interfieren con sus vidas diarias.
La apnea del sueño entre moderada y grave, la cual afecta a 1 de cada 15 adultos según los investigadores, puede provocar que las personas experimenten hasta 30 interrupciones en la respiración por cada hora que duermen. Por lo cual se asocia con problemas para concentrarse, de memoria, en la toma de malas decisiones, la depresión e incluso el estrés.
El estudio examinó niveles de dos sustancias del cerebro (glutamato y ácido gamma-aminobutírico, conocido como GABA). Las cuales se encuentran localizadas en una parte del cerebro llamada ínsula, que es donde se combina y coordina las señales de otras regiones cerebrales, para ayudar a regular las emociones, el pensamiento y algunas funciones como la presión arterial y la sudoración.
Los investigadores apuntaron que las personas con apnea del sueño presentaron niveles más bajos de GABA y niveles muy altos de glutamato. Mientras que el GABA funciona como un inhibidor del ánimo, haciendo que las cosas parecieran ir más lentas y manteniendo a las personas calmadas, el glutamato tiene el efecto contrario. Cuando los niveles de glutamato están elevados, el cerebro se estresa y no funciona bien, explicaron.
Macey y su equipo dijeron que estos hallazgos resaltan la importancia de tratar la apnea del sueño. “Junto con la apnea del sueño hay cambios en el cerebro, así que además de recetar la presión positiva continua de las vías respiratorias, los médicos ahora saben que deben centrarse en ayudar a los pacientes que tienen estos otros síntomas», comentó Macey.
Los investigadores tienen planificado investigar si los tratamientos disponibles actualmente para la apnea del sueño ayudan a que los niveles de estas dos sustancias químicas cerebrales vuelvan a la normalidad.
Vía: Health Library