De acuerdo con la Clínica Mayo, en Estados Unidos, la tendinitis es la inflamación o irritación de un tendón (las cuerdas fibrosas que unen al músculo con el hueso). El trastorno ocasiona dolor y sensibilidad justo afuera de la articulación.
Aunque la tendinitis puede ocurrir en cualquiera de los tendones, se presenta de forma más frecuente alrededor de los hombros, los codos, las muñecas, las rodillas y los talones.
Cuando te lesionas y sufres por primera vez el dolor causado por tendinitis, el hielo es una mejor opción que el calor, especialmente durante los primeros tres días (más o menos). Esto porque el hielo adormece la zona adolorida y hace que los vasos sanguíneos se contraigan, ayudando a reducir la hinchazón. Así que apégate a colocar hielo en el área por solo 15 a 20 minutos cada cuatro a seis horas, y asegúrate de poner una toalla o paño entre la bolsa de hielo y tu piel.
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Después de los primeros tres días, el calor puede aportar un mejor beneficio para el dolor crónico causado por tendinitis. El calor puede aumentar el flujo de sangre hacia la lesión, lo que a su vez puede ayudar a promover la curación. Asimismo, el calor relaja los músculos, lo que promueve el alivio del dolor.
RECUERDA: Los tendones ayudan a los músculos a iniciar y controlar el movimiento en tus articulaciones. La tendinitis generalmente ocurre cuando los movimientos repetitivos, el estrés o las lesiones recurrentes irritan un tendón con el tiempo. El resultado es dolor e hinchazón en los tendones alrededor de una articulación, como el tobillo, el codo o el hombro. Tus tendones se vuelven menos flexibles con la edad, por lo que la tendinitis es más común a medida que envejecemos.
Vía: Mayo Clinic