El estrés y la ansiedad son problemas que afectan a personas de todas las edades, incluso a niños. Como resultado, pueden existir problemas de comportamiento o hábitos que dañen su bienestar. Uno de ellos es morderse las uñas, lo que también se conoce como onicofagia.
Aunque pareciera un simple problema estético, morderse las uñas puede provocar infecciones estomacales, así como un crecimiento anormal de la uña, infección en los dedos e, incluso, problemas en los dientes.
Recomendaciones
Enfrentar este hábito desde un principio evitará que se convierta en un hábito. Si notas que tu hijo se muerde las uñas con frecuencia, sigue estos consejos.
- Descubre qué provoca la onicofagia. Si es resultado del estrés, encuentra una manera saludable de reducirlo. En caso de que sea un trastorno obsesivo-compulsivo o, sencillamente, una costumbre adquirida, intenta saber de dónde parte el problema, para así ayudarle a afrontarlo de la forma correcta.
- Encuentra la manera de que le resulte un hábito molesto. Existen esmaltes con sabor desagradable que ayudan a evitar que un niño se muerda las uñas. Considera que en ocasiones, los niños lo hacen sin darse cuenta; si es el caso de tu hijo, utiliza tiritas de colores que le ayuden a recordar que no debe caer en el hábito de manera inconsciente.
- Ayúdale a tomar consciencia. Habla con el menor para que se dé cuenta que se muerde las uñas y pueda estar consciente de esto cuando suceda. De acuerdo con expertos, tomar conciencia de este hábito es el primer paso para evitar hacerlo o caer en él con menos frecuencia.
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A decir de la Sociedad Española de Pediatría (AEP), mantenerse activo y realizar algún tipo de actividad física puede reducir, considerablemente, los niveles de estrés.
Procura que tus pequeños mantengan un buen sueño y una alimentación equilibrada. Recuerda que establecer buenos hábitos es esencial para lograr costumbres saludables y erradicar aquellas que no lo son, como morderse las uñas.
Vía: 20 minutos.es
