Debido a la pandemia de COVID-19, millones de estudiantes no han estado en un edificio escolar durante todo un año. Por ello, como mamá o papá debes preparar a tus hijos ahora que se está planificando el regreso a clases presenciales, así lo recomienda la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

Aquí te dejamos algunos consejos para lograrlo:

  • Practicar el uso de máscaras: No es fácil usar una durante horas y es posible que tú y tu familia deseen practicar para que los niños se acostumbren.
  • Acostumbrarse a mantener la distancia: Si los estudiantes solo han estado con miembros de la familia u otras personas en su grupo, es posible que no estén acostumbrados a la idea de mantenerse a una distancia de entre uno y dos metros. Las familias necesitarán hablar sobre esto y es posible que también quieran practicarlo.
  • Planificación del lavado de manos: Adquieran el hábito de hacerlo con regularidad en casa para que sea más fácil de recordar en la escuela.
  • Cambio de horarios: Después de un año de levantarse de la cama (o no) y comenzar la escuela en una computadora, puede ser un cambio difícil levantarse más temprano, vestirse y viajar a la escuela. También podría requerir acostarse una hora más temprano. Asimismo, sería útil adaptarse a esos horarios con unos días de anticipación.
  • Ten conversaciones sobre cómo será volver a estar en clase: Aunque los niños que toman clases en línea han tenido que seguir las reglas de una clase remota, quizás hayan olvidado las reglas de una clase presencial. Habla con tus niños sobre cómo será diferente.
  • Planificación de las comidas: Las comidas se ven diferentes en las escuelas en estos días, y preparar el almuerzo podría ser la mejor opción. También sería útil planificar un poco y comprar alimentos que sean fáciles de preparar, así como una lonchera y una botella de agua.

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RECUERDA: Debes estar preparado(a) para sortear algunos obstáculos en la transición y reservar tiempo todos los días para hablar con tu hija o hijo sobre sus sentimientos y experiencias. Podría ser una pregunta abierta en la comida, la cena o en algún otro momento donde tus niños no estés distraídos y puedan tener toda tu atención. Mantén las preguntas abiertas y hazlas de la manera más comprensiva que puedas.

 

Vía: Harvard Medical School