La transición de ser un adolescente que disfruta con el juego normal al que padece de ludopatía, no siempre es fácil de reconocer, por tanto, en este artículo te hablaremos sobre las causas de este padecimiento y la forma de identificarlo.
La ludopatía es conocida por algunos como la “adicción al juego”, sin embrago, más allá de ser una adicción, los especialistas consideran este problema como un trastorno del control de los impulsos, no como una adicción.
Este trastorno es reconocido como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se define como un impulso irreprimible por jugar, a pesar de ser consciente de sus consecuencias y del deseo de detenerse. Varios estudios afirman que la ludopatía comienza en el hombre en la adolescencia y en la mujer entre los 20 y los 40 años.
¿Por qué y cómo ocurre este problema?
El juego en sí es una actividad normal y positiva en la vida de cualquier adolescente. Permite el desarrollo físico, psicológico y social, facilitando el descubrimiento y aprendizaje de las normas sociales y de convivencia. El problema del juego patológico sucede normalmente en los juegosde azar con remuneración económica.
Psicológicamente, el juegode azar es un reto a la suerte, mediante el cual una persona proyecta sus esperanzas de cambiar repentinamente el futuro a su favor o experimentar el placer del triunfo contra el riesgo del fracaso, a pesar del sufrimiento que conlleva este último. Así, puede traducirse al juego como el deseo de huir de la monotonía cotidiana.
Cuando se comienza a jugar por ganar dinero, cada vez se desea más, así, cuando la persona pierde juega más, para recuperar lo perdido y continúa jugando incluso cuando va perdiendo reiteradamente. Recurre a mentiras, e ingresa en una etapa en la que prefiere jugar solo, sin la compañía de amigos o familiares. Este escenario es la clara muestra del juego patológico.
Factores de riesgo
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Si existe un historial familiar con este problema de juego, es probable que vuelva a ocurrir entre generaciones si no se controla adecuadamente.
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Puede ser detonado por trastornos del estado de ánimo, como la depresión o los trastornos de la personalidad en los que aparecen problemas de control de impulsos, como es el caso del Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), el cual también se asocia con un amplio número de adicciones.
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El consumo de sustancias alucinógenas y/o el juego con apuestas a una edad joven.
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Algunos rasgos de personalidad como la búsqueda de sensaciones, competitividad o tendencia al aburrimiento pueden predisponer a la ludopatía.
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Las situaciones estresantes pueden mantener y empeorar los problemas del juego, ya que en un primer momento éste funciona reduciendo la ansiedad.
