Existe un grupo de enfermedades que solamente pueden ser prevenidas aplicándose la vacuna correspondiente, de ahí la importancia de estar al tanto de las vacunas que debemos recibir, tanto nosotros como nuestros hijos. Una de estas afecciones es la meningitis.
Se le denomina como meningitis al proceso inflamatorio agudo de las capas que recubren al cerebro (denominadas meninges).
Esta enfermedad puede estar asociada a un proceso infeccioso que puede ser de origen viral o bacteriano, donde diferentes microorganismos pueden penetrar hasta el cerebro y ocasionar síntomas que, en el peor de los casos, pueden poner en riesgo la vida de una persona.
Los síntomas de la meningitis suelen ser agudos, y entre ellos se encuentran la fiebre súbita, dolor de cabeza, vómito, rigidez en la nuca y pérdida progresiva del estado de conciencia, indicó José Luis Bañales Vázquez, neurólogo adscrito al Hospital General Regional 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro.
“En las personas jóvenes, la evolución de la enfermedad es mucho más rápida que en los adultos mayores, pero con la misma gravedad a corto plazo”, agregó el especialista.
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“Esta enfermedad suele manifestarse con mayor frecuencia en los extremos de la vida: niños y adultos mayores. Pero la susceptibilidad de cada organismo va a hacer que la persona tenga mayor o menor predisposición a desarrollarla”, explicó José Luis.
De no ser tratada a tiempo, expuso, la meningitis puede tener consecuencias severas, como crisis convulsivas e infartos cerebrales que ocasionan secuelas en alguna parte del cuerpo.
Sin embargo, el experto del IMSS subrayó que con la llegada de algunas vacunas se ha generado una reducción en las manifestaciones clínicas de esta enfermedad. “Un ejemplo de ello es la vacuna contra la influenza tipo B, que ayuda a prevenir y disminuir el riesgo de presentar cuadros meníngeos”, apuntó.
Finalmente, José Luis exhortó a la población a acudir al médico de forma inmediata si alguna persona presenta los síntomas antes mencionados. También pidió evitar buscar alternativas o automedicarse para aliviar los síntomas, pues esto retrasa el tratamiento y, al mismo tiempo, complica la enfermedad, comprometiendo la vida del paciente.
Vía: Notimex
