El pasado 17 de octubre, la OMS declaró la contaminación del aire como un cancerígeno para los humanos. A través de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), el organismo determinó que este tipo de contaminación fuera incluida en el grupo 1 de su clasificación de sustancias cancerígenas. Según se informó, un grupo de especialistas convocados por el Programa de Monografías de la IARC concluyeron que la evidencia existente es suficiente para determinar que la exposición a la contaminación del aire es una causa del cáncer de pulmón. Este panel determinó también que existe una vinculación entre la contaminación atmosférica y el cáncer de vejiga.
En la evaluación se consideró a las partículas suspendidas como un elemento separado, como resultado del análisis éstas fueron también incluidas dentro del grupo 1 de la clasificación. La Agencia destacó que se encontró una correlación entre el aumento del riesgo de desarrollar cáncer de pulmón con el aumento de la contaminación y la presencia de partículas suspendidas. Kurt Straif, jefe del departamento encargado de evaluar estas sustancias dentro de la IARC, afirmó que la contaminación es “el cancerígeno ambiental más importante, más que el tabaquismo pasivo».
La Organización Mundial de la Salud explicó que según los datos con los que se cuenta, en algunas zonas del planeta los niveles de exposición a la contaminación del aire han aumentado de manera significativa. Los países que han tenido un acelerado desarrollo industrial y que tienen grandes asentamientos poblacionales son un ejemplo de ello. El organismo internacional considera este tipo de contaminación como un factor de riesgo para un amplio número de padecimientos, principalmente los relacionados con las vías respiratorias y con el corazón.
Las cifras recientes señalan que el número de muertes durante 2010 provocadas por cáncer de pulmón, vinculado a la mala calidad del aire, ascendieron a 223 000.
Las conclusiones a las que llegó el panel de expertos de la Asociación Internacional para la Investigación del Cáncer aplican a todo el planeta, señaló la OMS. Pues, “la composición de la contaminación del aire y los niveles de exposición pueden variar dramáticamente entre distintas locaciones”.
El reto que enfrentó el panel de investigadores fue le determinar de manera general el aire y no solamente algún contaminante específico, señaló Dana Loomis, directora adjunta de la sección de Monografías de la Agencia. La doctora Loomis agregó que todos los resultados obtenidos apuntaron a una misma dirección, “el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón se incrementa significativamente en las personas que están expuestas a la contaminación del aire”, manifestó.
La OMS y la IARC subrayaron que algunos contaminantes pueden tener un origen natural, pero la principal fuente de ellos, corresponden al transporte, la producción de energía, emisiones industriales y agrícolas, así como calefacción y alimentación en los hogares.
Vía: Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer