La rara enfermedad de las arterias y venas de los brazos y las piernas

De acuerdo con la Clínica Mayo, la enfermedad de Buerger es una enfermedad rara de las arterias y venas de los brazos y las piernas, la cual también recibe el nombre de tromboangeítis obliterante. En esta, los vasos sanguíneos se inflaman, se hinchan y pueden obstruirse con coágulos de sangre (trombos).

Lo anterior da como resultado el daño o la destrucción de los tejidos de la piel, lo que puede provocar infección y gangrena. La enfermedad de Buerger suele mostrarse primero en las manos y los pies y, eventualmente, puede afectar áreas más grandes de los brazos y las piernas.

Prácticamente todas las personas diagnosticadas con la enfermedad de Buerger fuman cigarros o utilizan otras formas de tabaco (por ejemplo, tabaco para mascar). Dejar todas las formas de tabaco es la única manera de detener esta afección. Para quienes no dejan de fumar, a veces es necesaria la amputación total o parcial de una extremidad.

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Causas

Se desconoce la causa exacta de la enfermedad de Buerger. Aunque, el consumo de tabaco claramente juega un papel en su desarrollo, todavía no está claro. Se cree que las sustancias químicas del tabaco pueden irritar el revestimiento de los vasos sanguíneos y hacer que se hinchen.

Los expertos creen que algunas personas pueden tener una predisposición genética a la enfermedad. También es posible que sea causada por una respuesta autoinmune, en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano.

Síntomas

Los síntomas característicos de la enfermedad de Buerger incluyen los siguientes:

Hormigueo o entumecimiento en las manos o en los pies.
Manos o pies pálidos, rojizos o azulados.
Dolor que puede aparecer y desaparecer en las piernas y los pies, o en los brazos y las manos. Dicho dolor puede presentarse cuando usas las manos o los pies, y se alivia cuando dejas la actividad en dichas extremidades (claudicación), o cuando te encuentras en reposo.
Inflamación a lo largo de una vena justo debajo de la superficie de la piel (debido a un coágulo de sangre en la vena).
Dedos de manos y pies que se ponen pálidos cuando se exponen al frío (fenómeno de Raynaud).
Llagas abiertas y dolorosas en los dedos de manos y pies.