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Los antioxidantes son compuestos presentes en muchos alimentos que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres, moléculas inestables que se generan de manera natural en el cuerpo y que, en exceso, pueden contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares.

¿Cómo benefician al corazón?

  1. Reducción del estrés oxidativo. El estrés oxidativo ocurre cuando hay un desequilibrio entre radicales libres y antioxidantes en el cuerpo, dañando las células y los vasos sanguíneos. Los antioxidantes, como la vitamina C, la vitamina E y los polifenoles, neutralizan estos radicales, ayudando a mantener un sistema cardiovascular saludable.
  2. Prevención de la aterosclerosis. La acumulación de placas en las arterias es un factor clave en enfermedades cardíacas. Los antioxidantes, como los flavonoides presentes en frutas y vegetales, pueden prevenir la oxidación del colesterol LDL (malo), un paso crucial en el desarrollo de la aterosclerosis.
  3. Mejora de la presión arterial. Algunos antioxidantes, como los polifenoles del cacao y el té verde, ayudan a relajar los vasos sanguíneos mediante la producción de óxido nítrico, lo que puede reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de hipertensión.
  4. Reducción de la inflamación. La inflamación crónica es un factor de riesgo para las enfermedades del corazón. Antioxidantes como el licopeno, presente en los tomates, tienen propiedades antiinflamatorias que contribuyen a proteger el sistema cardiovascular.

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Fuentes de antioxidantes para un corazón sano

  • Frutas y verduras: Bayas, espinacas, zanahorias y cítricos.
  • Granos y semillas: Nueces, almendras y semillas de girasol.
  • Bebidas: Té verde, café y vino tinto (con moderación).
  • Otros alimentos: Chocolate oscuro (mínimo 70% cacao) y aceites vegetales como el de oliva virgen extra.

Los antioxidantes desempeñan un papel crucial en la protección del corazón al combatir el estrés oxidativo, reducir la inflamación y prevenir la formación de placas arteriales. Recuerda que un estilo de vida saludable es clave para mantener un sistema cardiovascular fuerte y resistente.

 

Fuente: American Heart Association